Medea, la princesa maga de la Cólquida, la que fue esposa de Jasón y mató a sus hijos por desamor, la que tuvo que huir de Corinto, Atenas y Asia Menor, acosada por humanos y dioses, objeto de la furia de Zeus, va a la deriva a bordo de un iceberg. Cada día tiene la misma rutina: mide cuántos pasos de largo tiene el témpano de hielo que la arrastra a lo desconocido. Cada día ha menguado. Pero este no es su único pesar: es un ser inmortal y no puede morir, ni por su propia mano. Está condenada a vivir hasta el fin de los días. Esta es la insólita estampa que nos presenta la nueva novela gráfica de Fermín Solís. Un reto mayúsculo y un hito en la historia del cómic, pues Solís ha puesto en viñetas nada menos que un grandioso soliloquio, al estilo de las tragedias de la Antigüedad.
Medea a la deriva es una obra que indaga en conceptos como la venganza y el perdón, la razón enfrentada a la magia, la justicia divina contra la justicia humana, así como el trato desigual que concedemos a los criminales según su lugar de origen. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario