(LcL nº97)
CINECELARG3
SÁBADO SELECTO:
10/8/13.
ENTRADA
LIBRE: 3:00 P.M.
REBELDE
SIN CAUSA (Rebel Without a Cause). USA, 1955. 111 min.
Director: Nicholas Ray.
Guión: Stewart Stern,
Irving Shulman.
Música: Leonard Rosenman.
Fotografía:
Ernest Haller.
Intérpretes:James Dean,
Natalie Wood, Sal Mineo, Jim Backus, Ann Doran, Corey Allen, William Hopper,
Edward Platt, Nick Adams, Dennis Hopper.
Productora:
Warner Bros.
Pictures.
SINOPSIS:
Tres jóvenes, Jim
Stark, Judy y Platón, coinciden en una comisaría. Cada uno está allí por un
motivo distinto: Jim está borracho, Judy se ha escapado de su casa y Platón
acababa de matar a tiros a unos cachorros. El inspector Ray descubre que los
tres mantienen una relación conflictiva con sus familias. A Jim y a Judy los
van a recoger sus padres, pero Platón, hijo de una pareja divorciada, tiene que
conformarse con la visita de la criada negra que vive con él.
PREMIOS:
3 Nominaciones al
Oscar:Actor(Sal Mineo),Actriz (Natalie Wood), Guión./BAFTA: Nominada
a Mejor Película y Actor Extranjero (James Dean).
A
QUIENES LOS DIOSES AMAN
James
Dean muere a los veinticuatro años el 30 de Septiembre de 1955, casi un
mes antes de que se estrenara Rebelde sin Causa. Salió despedido de su
Porsche Spyder 500 para romperse el cuello y fallecer en Cholame,
California. Entraba así, el atormentado actor, en la dimensión duradera del
mito. James Dean es desde entonces el arquetipo del joven rebelde, inmortal,
gallardo y perfilado en el recuerdo de toda una generación que se vio reflejada
en su breve y trágica vida.
Pero
qué queda después de más de cincuenta años de leyenda. El tiempo implacable ha
sido amable, por una parte, con Dean. Quienes lo recordamos lo veremos siempre
joven Al Este del Edén rumiando, como siempre, la ausencia del padre,
mendigando afecto, buscando, incansable, ese padre que se hace esquivo,
huidizo, que se esconde y no se deja atrapar.
Un
adelantado de los “Baby boomers” que una década después declararían “All you
need is love”, Dean rumia su desamor del padre en sus dos emblemáticas
películas, Rebelde sin causa y Al Este del Edén (Elia Kazán 1955). El mensaje
está claro para quienes vivimos aquellos días y arribábamos a los veinte en los
sesenta. Pero ¿qué le dice hoy a los jóvenes el mítico rebelde?
En
un mundo virtual y excesivamente informado, donde los juegos de video suplantan
el universo real. Donde la existencia, se ve agobiada por nuevos e ingentes
miedos; miedo a la violencia cada vez más siniestra y extendida, miedo al
implacable asalto a la privacidad, miedo al ojo omnisciente del Gran Hermano
que casi se mete en nuestros pensamientos y nos hace víctimas de una agresión
insospechada.
No
creo que sea el padre, aun considerando su presencia inevitable, el centro de preocupación
de los jóvenes de hoy. La figura del padre se ve arrinconada por los fenómenos.
Perteneciente a la galaxia Gutenberg, más de palabras que de imágenes, el padre
es hoy una figura acosada por la obsolescencia, fuera de moda, casi siempre
aprendiz tecnológico, ni sabio ni experto ante el joven universo binario. La
rápida transición de lo analógico a lo digital pesa sobre las espaldas de los
padres, los deja atrás, los hace atrabiliarios, y en ocasiones resistentes al
cambio, propagandistas del pasado, denigrando de lo nuevo. A veces
incapaz de dar respuesta a las preguntas de los jóvenes, el padre contemporáneo
está más ausente y mudo, y es mucho menos imponente que aquél que acosaba los
sueños y pesadillas en los cincuentas.
Veo
a los jóvenes cercanos a la perplejidad frente al sin sentido de la realidad
informática. Buscando en un mundo sin centro, del cual el “Maelström” de
internet es una metáfora, ciertas verdades elementales que articulen, de alguna
manera la realidad que les ha tocado en suerte. Solo los hermana al mítico
rebelde la lozana frescura del muchacho, su ignorancia más que su inocencia y
la necesidad de enfrentarse a un mundo que lo reta y a la vez lo
amenaza. JACOBO PENZO Agosto de 2013.
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