Acción, amor e ideales: de eso trata esta historia. La ciudad de los salones aristocráticos y la clandestina. El gran mundo y los sombríos arrabales. En los años más duros de España, con la Segunda Guerra Mundial a punto de acabar. Una novela deslumbrante sobre el Madrid de los años cuarenta como nunca te la han contado.
Un hito en la ficción española de quien ha escrito sobre Madrid un libro memorable y de esos años cuarenta una crónica trágica y apasionante, única en su género.
A esos dos libros se suma esta novela, que no podrás dejar de leer hasta llegar a su última página.
El momento histórico es decisivo: la guerra mundial está a punto de terminar y nadie se halla a salvo. Menos aún Benjamín Cortés / Benjamin Smith,
protagonista de esta historia, el joven español, americano de adopción, a quien los servicios secretos le piden que regrese con la misión de «apartar» a un jerarca del régimen. Enfrente tendrá a quien se lo estorbe y aun a quienes tratan de «apartarle» a él.
«Como dicen los editores, es una novela en la que hay un poco de todo: acción, amor, ideales; intriga, lucha y peligro.
Y se cuenta en un Madrid insólito, el de 1945. Crucial en la historia de España, el año de la derrota del nazismo y del fascismo y en el que las potencias que los derrotaron, Inglaterra y Estados Unidos principalmente, decidieron darle continuidad al régimen de Franco.
Los personajes de esta historia pertenecen a dos mundos próximos: el de la alta sociedad madrileña de los vencedores y el de los diplomáticos, empleados casi todos estos en el espionaje de sus respectivos países.
De un mundo a otro irá Benjamín Cortés, un desclasado (procede de la extracción social más humilde y representa a los vencidos en la guerra). El amor por una aristócrata y la política al más alto nivel llevada a cabo por los servicios secretos norteamericanos se encargarán de ese peligroso tránsito.
En la novela comparecen todos los ambientes de aquel Madrid, los barrios bajos y los salones de la aristocracia, el estraperlo y la opulencia, la vida mísera de quienes combatían aún con las armas al régimen y quienes disfrutaban de la victoria en fiestas y kermeses, Pasapoga y las cuerdas de presos caminando por la Gran Vía.
Y como corresponde a esos escenarios, un amplio plantel de personajes: gentes que trataban de salir a flote y náufragos de la guerra, los que dentro del régimen querían endurecerlo aún más y los realistas que trataban de cambiar las cosas para hacerlo duradero, los pícaros y los cínicos, los fanáticos y algunas pocas almas nobles.
Hay historias particulares que exceden con mucho la Historia, por lo mismo que a menudo la Historia solo puede ser comprendida cabalmente mediante la ficción. Yo había relatado algunos de los hechos enteramente veraces en un libro, Madrid 1945. La noche de los Cuatro Caminos, pero solo en Me piden que regrese, una novela, podrán entenderse aquellos en toda su complejidad. Al fin y al cabo, las vidas que importan adquieren su entera realidad cuando nos implicamos en ellas mediante la imaginación.»
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