Una novela NEO NOIR. Unos investigadores atípicos, humor irónico y una atmósfera sugerente en un paisaje que oculta secretos. Al llegar a su casa en Ribadesella después del aperitivo, Mercedes encuentra a su sobrino Ricardo sentado al piano. Enseguida advierte que su cuerpo está congelado. Tras dar aviso al cuartel, un agente comprueba que no hay ningún cadáver y que el relato de la anciana se debe a un delirio. Dos días más tarde, el pianista aparece muerto en un mirador de la costa. Como no se aprecian signos de violencia, el forense atribuye la muerte a un fallo cardíaco. Con la comarca sumergida en una espesa niebla, ¿por qué se tomaría Ricardo la molestia de asomarse a un mirador desde donde no podía divisar ni la punta de sus zapatos? |
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