Gilles Lipovetsky
De la ligereza
Anagrama,
Barcelona, 2016
por Ricardo Martínez
http://www.ricardomartinez-conde.es/
La
ligereza deriva, digamos, en este caso, de la actitud. Se trata de analizar los
comportamientos sociales a la vista de los nuevos tiempos, de esa nueva cultura
cuya alusión podría considerarse innecesario como calificativo toda vez que
cultura, intrínsecamente –y socialmente hablando- significa cambio permanente,
revisión del estado de la situación.
Y
aquí Lipovetsky introduce una razón comparativa en el tiempo que me parece
válida y oportuna: “… aunque las religiones han engendrado el terror a la
cólera de los dioses y a los tormentos eternos del infiernos, han funcionado
igualmente como ‘medicación sacerdotal’ (Nietzsche), como ‘opio del pueblo’
(Marx), analgésicos, medios de evasión y consuelo (Freud) Fiestas, religiones,
magia: en las sociedades más diversas se despliegan dispositivos y prácticas
destinados a suavizar los sufrimientos, a aliviar las desgracias” A la vez,
volviendo su mirada más intencionadamente hacia los tiempos nuevos, señala,
bajo el epígrafe “Padres ‘cool’, hijos frágiles” lo siguiente: “Durante el
ciclo de la primera modernidad (…) el modelo autoritario se expresaba mediante
el poder de los padres, a los que se reconocía el derecho a decidir el futuro
de sus hijos, pero –continúa- este modelo ha periclitado, su legitimidad ha
desaparecido en beneficio de normas relacionales y psicológicas que valoran la
comprensión, el diálogo, el intercambio (…) El maestro no es ya la disciplina,
sino la atención a los deseos –un
elemento clave, cabría añadir, en las sociedades modernas como paradigma de
voluntad, de identidad- el reconocimiento de la singularidad personal. Se van
las imposiciones rigoristas y los castigos corporales, llegan el desarrollo y
la realización sin imposiciones, el intercambio flexible, abierto, cool” Y llevando su análisis a la
consideración del comportamiento sexual –otro rasgo inexcusable de ‘definición
personal’- nos dice: “El terreno de la vida sexual registra igualmente la
dinámica cool de liquidación de los
controles colectivos. El resultado ha sido la aparición de pautas sexuales más
flexibles, menos normalizadoras. Lo que se llamó liberación sexual fue una de
las grandes figuras del proyecto moderno de aligeramiento de la vida”.
Bien, ligereza pues como indicativo de
ausencia de regulación impositiva, de aceptación del libre albedrío, de la
creciente importancia del deseo como voluntad; una forma de ‘transgresión’ de
la norma restrictiva en favor de una actitud casi libérrima.
Comportamiento y rol social distintos para
un tiempo distinto. Ahora queda, como en cada una de las etapas anteriores
cuando el cambio ha sido, en adaptarse y adoptar aquellos roles, aquellas
actitudes que no disgreguen, sino conformen, lo que haya de ser el nuevo modelo
social. En el fondo, el autor parece querer señalar que lo que se ha de valorar
críticamente no es la necesidad del cambio, sino la conveniencia de sus manifestaciones
en orden a preservar ese mínimo de ‘valores’ que han conformado una prometedora
sociedad mercantilista y ecologista, que, eso sí, habrá de ser estable y
duradera.
¿Con ligereza? Con eficiente ligereza
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