274.- El asedio de Beszterce

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Las desternillantes aventuras del conde István Pongrácz en "El asedio de Beszterce"

Una crítica corrosiva de las costumbres de la nobleza húngara.

El asedio de Beszterce, último título de la colección Narrativas El Nadir, es una obra que la crítica especializada considera como el Quijote húngaro. Escrita por Kálmán Mikszáth viviendo aún la persona que encarna al desequilibrado y delirante conde Pongrácz, “el último señor del castillo”, adopta un tono de acusación divertida contra el idealismo que impregnaba el estilo de vida de la nobleza húngara, a principios del siglo XX. En su castillo de Nedec, el conde vivía según costumbres ancestrales. A cambio del uso de sus tierras reclutaba campesinos para organizar simulacros de batallas y efectivamente en una ocasión, el verdadero conde condujo a sus tropas contra la ciudad de Beszterce. La novela recrea el conflicto, sus causas –la desaparición de una joven y un “prisionero” del castillo-, y describe la vida de los estrambóticos personajes que compiten entre ellos en extravagancia dentro de la historia. Un lenguaje exquisito, rico y preciso es otro aliciente más para esta novela de aventuras. La inquina que las malas relaciones entre eslovacos y húngaros se refleja en la novela e ilumina conflictos que permanecen en los territorios del antiguo imperio austrohúngaro.

Perteneciente a la nobleza rural por el matrimonio de su padre, Kálmán Mikszáth (Szklabonya 1847- Budapest 1910) se interesó por la política y el periodismo abandonando la vida que le estaba destinada para iniciar una carrera profesional. Fue uno de los más importantes escritores húngaros de finales del XIX, y en España sólo se han traducido dos de sus obras, “Gente de rumbo y el caftán del sultán” y “El paraguas de San Pedro”, en donde todavía está presente el idealismo romántico. Su interés por las leyes, y su adhesión al Partido Liberal del que fue miembro, orientaron su estilo hacia un tono más mordaz y humorístico. “El asedio de Beszterce” es una muestra de ello. Kálmán nació en territorio eslovaco, en el seno de una familia luterana, cuya tradición de estudios teológicos se rompió con el abuelo del escritor y con su padre, que se dedicaron al comercio. Su estilo y originalidad se apartaban de los convencionalismos al uso, pero aún así se convirtió en el escritor de artículos humorísticos más amado por el público húngaro.

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