La vida intelectual y política española del XIX y el XX no se entiende sin el Ateneo de Madrid. De este ágora han salido hasta 10 jefes de Gobierno y lo más renombrado de la generación del 98, de la del 14 y de la del 27: desde el Duque de Rivas, Cánovas del Castillo, Larra, Echegaray hasta Azaña,Valle-Inclán y Aleixandre.
142 años de la Institución que surgió ante la necesidad de afianzar en el país una mentalidad liberal, abierta al debate y la expansión de "las luces”, bajo el lema “
sin ilustración pública no hay verdadera libertad”.
El Tomo I de Ágora de la Libertad (1820-1923) relata la apasionante historia de los primeros cien años de vida del Ateneo, desde su llegada al mundo en 1820 de la mano de intelectuales liberales enfrentados al absolutismo hasta 1923 cuando el general Primo de Rivera instauró una dictadura que iba a privarle de libertad. En esos cien años contarán la historia, entre otros muchos, presidentes del Ateneo como el
Duque de Rivas, Alcalá Galiano,
Moret, el primer socio de número,
Mariano José de Larra, la primera mujer socia
Emilia Pardo Bazán, Alfonso XII que inauguró su sede definitiva en 1884 en la
Calle Prado 21, los asiduos a su Biblioteca en la que se podían consultar “250 publicaciones españolas y extranjeras”.
El Tomo II de Ágora de la libertad (1923-1962) comienza con la dictadura de
Primo de Rivera, general que tenía al Ateneo, organización liberal y democrática por excelencia, en su punto de mira, y que, en 1926, violando el Reglamento de la Sociedad, nombró, ¡por decreto!, una Junta facciosa e ilegítima, que gobernaría la Docta Casa durante cuatro años. Se narra en este volumen, con pelos y señales, cómo
"El Ateneo servía a la vez de enlace, de punto de cita, de cuartel general, de puesto de mando y de tribuna pública a cuantos en una u otra forma intervenían en la acción revolucionaria” escribiría Miguel Maura Gamazo.
Azaña será presidente del Ateneo puesto que compatibilizó con los cargos de Ministro de la Guerra y Jefe de Gobierno y también serán presidentes
Valle-Inclán y Unamuno. Se escuchará a
Ramón y Cajal, Galdós, Falla, Ortega y Gasset, Jacinto Benavente, Aleixandre, en la tribuna, se mantendrá abierta
su Biblioteca durante la Guerra Civil, y así hasta llegar a 1962, inicio de una apertura política en la que el Ateneo tiene puestas grandes esperanzas.
El Tomo III de Ágora de la libertad, ahora en avanzada elaboración, se publicará como aperitivo a la celebración del bicentenario y narrará el camino de la dictadura a la democracia, pilotado el Ateneo por José María Cossío, Carmen Llorca y Fernando Chueca Goitia hasta que en 1982.
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