ROMEO Y JULIETA WILLIAM SHAKESPEARE
Traducción de Pablo Neruda
William Shakespeare (1564-1616) nació en Stratford-upon-Avon (Inglaterra) y antes de cumplir la veintena, había contraído matrimonio con Anne Hathaway y había sido padre de tres hijos: Susanna, Hamnet y Judith. Pero en 1591 dejó atrás a su familia para trasladarse a Londres y comenzar allí la carrera que lo convertiría en uno de los mayores dramaturgos del mundo. Pocos detalles se conocen de sus años de formación, en los que estrenaría sus primeras obras: La comedia de los enredos, Los dos hidalgos de Verona o Trabajos de amor perdidos (1591-1592). En 1594 obtendría una participación en la gestión de un teatro y daría inicio a la larga lista de sus grandes obras: comedias como El sueño de una noche de verano o El mercader de Venecia y tragedias como Romeo y Julieta se sitúan hacia 1595. Con el cambio de siglo verían la luz Hamlet, Otelo, Macbeth, El rey Lear… hasta cuarenta títulos que hoy se cuentan entre los más leídos, representados y estudiados en cualquier idioma. Solo hacia 1610, el dramaturgo se retiró a su localidad natal, en donde falleció el 23 de abril de 1616.
Pablo Neruda (1904-1973), seudónimo de Ricardo Reyes, nació en Parral, creció en Temuco y estudió pedagogía en Santiago de Chile, donde comenzó a publicar sus primeros libros. Sobre todo, Veinte poemas de amor y una canción desesperada (1924), una de sus obras más célebres y que lo lanzaría a la fama con apenas diecinueve años. En 1927 inició una carrera diplomática que le llevó a viajar por todo el mundo, a conocer a personalidades como Federico García Lorca y situaciones comprometidas como la Guerra Civil española que le llevaron a un mayor compromiso social y un profundo cambio en su poesía, plasmado en Residencia en la tierra. Tras regresar a Chile, en 1952, publicaría Los versos del Capitán, Las uvas y el viento y Odas elementales, y comenzaría la escritura de sus memorias Confieso que he vivido.
Es en esta última etapa donde cabe situar la traducción nerudiana de Romeo y Julieta, un encargo del Instituto de Teatro de la Universidad de Chile de 1964, en el marco de los actos de celebración del 400 aniversario del nacimiento de dramaturgo. La labor le interesó y le ocupó mucho tiempo y dedicación, según sus propias palabras:
«En los últimos meses de este año, me dieron el encargo de traducir Romeo y Julieta. Tomé esta petición con humildad. Con humildad y por deber, porque me sentí incapaz de volcar al idioma español, la historia apasionada de aquel amor. Pero tenía que hacerlo, puesto que este es el gran año de reverencia universal.»
De aquí surgiría la excelente versión que recogemos en esta edición. Una versión poética y libre de una de las voces más destacadas de la poesía en lengua española de nuestro tiempo que se volcó, a su vez, en quien consideraba “el poeta que dio nuevos universos al hombre”.
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