Al regresar de la India, Richard Fanshawe encuentra una Inglaterra gris e incierta, amenazada por una guerra inminente y en plena época de la Depresión. La realidad resulta más estrecha que sus expectativas y debe postergar sus sueños de volverse escritor: solo consigue un trabajo precario como vendedor de aspiradoras a domicilio; vive ceñido por las deudas, esquivando acreedores, en un pequeño cuarto de pensión en un balneario desolado. Cuando su amigo y colega Roper parte por varios meses al mar, le pide a Richard que cuide y lleve a pasear a su esposa Sukie.
De amor y de hambre es una fulgurante exhibición de talento. Diáfana, veloz, auténtica maravilla de estilo, la novela fluye con elegancia y determinación entonada por una voz que no permite dudar jamás acerca de lo que cuenta. La exactitud en el suministro del detalle narrativo, un milagroso registro de la ironía y la inspiración para el hallazgo poético van componiendo una experiencia de lectura de gran intensidad. Admirada por Graham Greene, Evelyn Waugh, Anthony Powell, Elizabeth Bowen y Cyril Connolly, De amor y de hambre, obra maestra pionera en muchos sentidos, eleva a Julian Maclaren-Ross a la altura de su gloriosa leyenda.
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