Alfonso Collignon, famoso periodista mexicano, contó a Mario Escobar como su padre Eduardo y su tío Mario fueron a Alemania para realizar sus estudios en pleno ascenso de Hitler al poder. Los dos hermanos junto con sus amigos Ernest y Ritter, tuvieron que sobrevivir en un mundo hostil, que miraba con desprecio y desconfianza a los extranjeros. Soportaron desde la «Quema de Libros» de 1933, la persecución a sus profesores y amigos, el boicot a las tiendas judías, las Olimpiadas, la Noche de los cristales rotos, pasando por la persecución a los judíos, comunistas y más tarde a los sacerdotes católicos y pastores protestantes.
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