Eduardo «Lalo» Lucena es, a pesar de su avanzada edad, un tipo de aspecto juvenil y, también, algo canalla. Miembro de los servicios secretos, es ideal para sumergirse en las cloacas de la sociedad, ya que una de sus extravagancias es su gusto por el disfraz, que adopta con tanto éxito como un camaleón; otra, la pasión por su trabajo, que lo mantendrá en la brecha hasta el último suspiro.
Singapur Hormigas salvajes y suicidas |
No hay comentarios:
Publicar un comentario