Lumen publica En estado salvaje, una novela perturbadora sobre el poder y la maldad, de la escritora australiana Charlotte Wood, galardonada con el Premio Stella 2016, Premio al Libro Indie del año y finalista del Miles Franklin.
Charlotte Wood narra la historia de diez mujeres secuestradas en medio de la nada, bajo la custodia de unos desconocidos que ejercen su poder con brutalidad.
En estado salvaje, Yala despierta en un lugar que desconoce. Enseguida descubre que se encuentra, junto con otras nueve chicas, secuestrada en una casa, en medio de un desierto, bajo la custodia de unos desconocidos que las tratan como a animales. ¿Por qué las han elegido a ellas? ¿Qué han hecho para acabar encerradas en un lugar totalmente ajeno a su mundo?
Boncer y Teddy, sus carceleros, ejercen la violencia en cuanto asoma en alguna de las chicas la señal de una posible rebelión. ¿Sus armas? Un porra y la palabra.
La novela interpelará al lector y le llevará a cuestionarse la idea de igualdad, la cosificación a la que la sociedad somete a la mujer, la brutalidad neutra y fría de quien ostenta el mando de nuestras vidas y la fragilidad de las relaciones contemporáneas.
«Una inolvidable parábola de la misoginia actual. El cuento de la criada de nuestros tiempos.» The Economist
«Es un libro vivo y visual, lleno de escenas inolvidables.» The Guardian
Inspirada en un caso real ocurrido en Australia en 2012, Charlotte Wood refleja en En estado salvaje de qué manera la violencia verbal contra las mujeres se ha vuelto algo corriente. La Primera Ministra, Julia Gillard, dio un discurso en el hemiciclo sobre la misoginia y el sexismo del jefe de la oposición Tony Abbott que llegó a llamarla «puta», «perra» y «bruja.» Esas palabras se han vuelto algo corriente para definir a las mujeres en entornos públicos y es algo que a Wood le interesaba contar.
Extractos de una entrevista de Arminta Wallace en The Irish Times a Chalotte Wood:
En Nueva Gales del Sur existió una institución para chicas «problemáticas» entre los años sesenta y setenta: «Fue un lugar desagradable y brutal donde las chicas fueron encarceladas. Se llamaba Parramatta Girls Home. Desde que el libro salió he aprendido que todo nuestro país estaba lleno de lugares como ese.» «Lo que se me vino a la cabeza fue que, muy a menudo, las niñas de esas casas habían sido asaltadas sexualmente o molestadas de alguna manera y se lo contaron a alguien. Así que la respuesta no fue castigar al perpetrador del delito, ni averiguar lo que les había sucedido a manos de los hombres, sino castigarlas y encerrarlas.»
La autora concederá entrevistas el miércoles 27 y jueves 28 de septiembre, en Barcelona
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