Volver a Canfranc trata de la historia olvidada de un Oskar Schlinder franco-español (que en la novela figura como Albert Le Lay) y de una estación mítica (Canfranc) que cambió el curso de una guerra.
En el invierno de 1942 el ejército alemán tomó la estación internacional de Canfranc en Huesca como si se tratara de un territorio más de la Francia ocupada. Una brigada de Alta Montaña de Baviera, agentes de las SS y miembros de la Gestapo se instalaron en las dependencias de la estación. Laurent Juste, jefe de la aduana, Jana Balerma, camarera del hotel de Canfranc, y el bandolero Esteve Durandarte representan a los aragoneses, aquitanos y bretones que decidieron arriesgar sus vidas para ayudar a esos miles de judíos a cruzar por aquí de forma clandestina en busca de su libertad. Tal es la importancia de esta estación que cada año muchas de esas personas vuelven a esta comarca aragonesa, desde todas las partes del mundo, para enseñar a sus descendientes el lugar por el que consiguieron escapar.
Si quieres entrevistar a la autora ponte en contacto con Laura Verdura en el teléfono 91 423 03 03
o manda un mail a lverdura@planeta.es
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