El color de los sueños
Ruta
Sepetys
Nueva Orleans, 1943.
Josie, una niña de diez años, acompaña a su madre Louise, a ver a Willie,
la dueña del burdel más famoso de la ciudad, para que vuelva a darle
trabajo. Willie siente una simpatía inmediata por Josie y le concede una
nueva oportunidad a su madre. Siete años más tarde, gracias a Willie, Josie
ha conseguido trabajo en una librería en cuya trastienda vive para
mantenerse apartada de Louise todo lo posible. A cambio, echa una mano
limpiando en el burdel y ayuda a Willie con las cuentas, pues se ha
convertido en una de sus personas de confianza. Pero Josie sueña con una vida
mejor. Se hace amiga de Charlotte, una chica de buena familia que está de
visita en la ciudad, y empieza a albergar el ferviente deseo de abandonar
Nueva Orleans e ingresar en la universidad. Aunque ese futuro parece estar
muy por encima de sus posibilidades, hará lo posible, con todo su esfuerzo
y la ayuda de sus amigos, por cumplir su sueño.
Ruta
Sepetys estará en Barcelona el 24 y 25 de noviembre y en Bilbao el 27 y 28
de noviembre.
Nueva
Orleans
A mediados del siglo
XX, Nueva Orleans era una ciudad vibrante y en ebullición. Desde su
fundación, fue un lugar de fusión y mestizaje que recibió muchas
influencias diferentes: desde los pueblos indígenas hasta la cultura
francesa y cajún, pasando por la presencia afro caribeña y los colonos
españoles. Dentro de la cultura sureña de los Estados Unidos, mucho más
encarnada por otras ciudades de Luisiana, u otros estados como Alabama o
Kentucky, Nueva Orleans era un raro ejemplo de cosmopolitismo.
Al término de la
Segunda Guerra Mundial, donde arranca la narración, los soldados veteranos
estaban, en mayor o menor medida, reincorporados en la sociedad, y aunque
la amenaza de la Guerra Fría estaba presente (Willie hace mención a la
Guerra de Corea), se percibía como más lejana.
A pesar de su
mestizaje, Nueva Orleans era una ciudad racialmente segregada.
Canal Street era la
principal calle de compras para los blancos. Maison Blanche eran los grandes
almacenes de más prestigio.
Con su arquitectura
de estilo colonial y sus calles bulliciosas y animadas, el Barrio Francés
era el alma de la fiesta de la ciudad, y al lugar donde acudían aquellos en
busca de fiesta.
Gracias a la mezcla
de culturas que acogió, Nueva Orleans se convirtió en una de las cunas
principales de la música moderna en Estados Unidos, dando lugar a estilos
únicos que se extendieron rápidamente por todo el país, como el jazz, el bluegrass o el rock.
Sin embargo, en la
época en que transcurre la novela la moral puritana americana desaprobaba
ferozmente el estilo desinhibido de Nueva Orleans y pretendía sanear
la ciudad con el objetivo de eliminar el crimen organizado y la prostitución,
como vemos en las redadas que la policía lleva a cabo en el burdel de
Willie. Con los años, esta limpieza se llevó a cabo con éxito, pero
quedaron vestigios del colorido espíritu de la ciudad, como la celebración
del Mardi Gras.
La herencia francesa del martes de Carnaval se convirtió en una inmensa
fiesta que aún hoy en día atrae a miles de personas a la ciudad.
La autora
Ruta Sepetys
(Detroit, Michigan, 1967) estudió economía y ha desarrollado una
prestigiosa carrera como productora musical. Inspirada por la historia de
su padre, un inmigrante lituano cuya familia fue víctima del genocidio
estalinista en los países bálticos, escribió Entre tonos de gris, su
primera novela, tras un exhaustivo proceso de documentación. El libro tuvo
una excelente acogida y sirvió para arrojar luz sobre este oscuro episodio
de la historia europea, hasta el punto de que la autora ha sido invitada
recientemente a comparecer ante el Parlamento Europeo para exponer sus
hallazgos sobre el tema.
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