«El libro de Vallejo tiene el enorme mérito de dejarse leer desde mil frentes y con infinidad de posibilidades para el disfrute y el aprendizaje. Como creación para el disfrute, provoca sensaciones que solo los grandes escritores son capaces de suscitar. Desde otro punto de vista, si un lector abre el libro no solo con la voluntad de encontrar deleite en él sino sabedor de que tiene entre las manos un ensayo, es posible que la inquietud le anime a enfrentarse al texto con ojos críticos e inconformistas tal y como exige el género ensayo».
SINOPSIS
¿Fundar una biblioteca exculpa al tirano de su tiranía? ¿Dotar la Biblioteca Nacional de España con un presupuesto paralizante exculpa de hipocresía al demócrata? Lo que se propone este panfleto es muy sencillo: reflexionar sobre si el ser humano, además de ser el creador del libro como concepto y objeto, es también su principal causa de destrucción. Dicho de otra forma, el mundo que gira alrededor de las personas que dicen amar los libros –contrariamente a cuanto se suele sostener– no es siempre el edén de la generosidad, de la virtud, del altruismo, de la liberalidad, del respeto al vencido o al texto, ni al lector o al autor disidentes.
EL AUTOR
Carlos Clavería Laguarda (1963) se doctoró en Filología Hispánica en 1991 en la Universidad de Barcelona y, en 2019, en el Departamento de Prehistoria de la Universidad de Zaragoza con una tesis sobre historias de libros, bibliotecas y patrimonios. Fruto de sus estudios son algunas publicaciones en las que ha investigado casi todas las facetas de la producción libresca, desde la encuadernación (Reconocimiento y descripción de encuadernaciones) hasta la recepción (Humanismo e imprenta incunable), profundizando en cómo se coleccionaban (Contra la bibliofilia), cómo se compraban y cómo se almacenaban (Libros, bibliotecas y patrimonios) los libros antes de la llegada de la industria cultural. |
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