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martes, 1 de julio de 2014

10.- Novela negra en la XXVII Semana Negra



XXVII SEMANA NEGRA 
4 AL 13 DE JULIO DEL 2014 - GIJÓN 
Universal, de calidad y gratuita 

Novela negra en la XXVII Semana Negra 

No conviene olvidar que el género troncal en este festival es la novela negra, 
policiaca, criminal, o como quieran llamarla. En esta vigesimoséptima edición el 
conjunto de autores y actividades relacionados con el género que nos une y 
emociona es excepcional. 
Ya les hemos venido anunciando la presencia en el festival del escoces Craig 
Russell, el duro creador de Lennox, el escritor de las palabras cortantes y el 
gesto hiriente, de los paisajes y ambientes densos y descarnados. Una de las 
cimas actuales de las letras inglesas en el género negro y que está en ebullición. 
Un poco más allá, en el Ulster, se encuentran las calles sombrías y de locura 
y violencia desatadas, en los terribles años ochenta en mitad de una guerra de 
religión y de la lucha armada de clases, que Adrian McKinty nos acerca en sus 
novelas del policía Sean Duffy. 
La mejor forma conocida de acercarse, de escudriñar, lo que sucede en la 
actual China, esa complicada y a veces incomprensible sociedad, son las novelas 
de Qiu Xiaolong. Su personaje, Chen Cao, el inspector jefe de la policía de 
Shanghái, es la mejor llave para tratar de penetrar en la comprensión de una 
sociedad autodenominada como de socialismo con características chinas. La 
comparación no se ajusta estrictamente a la realidad: Grecia, Petros Markaris; 
China, Qiu Xiaolong, pero el buen lector ya entenderá. 
Dominique Manotti es la escritora francesa más dotada, en el universo del 
neopolar, para hablarnos del mundo del trabajo y su relación con el crimen, o, 
mejor, de su relación contra el crimen. 
Cuando se reúne a Juan Sasturain, Miguel Ángel Molfino, Ernesto Mallo, 
Horacio Convertini, Javier Chiabrando, Fernando López, Gabriela Cabezón 
Cámara en un festival, solo se puede decir que el montón de talento narrativo 
que esos escritores acumulan es la mejor constatación de que la novelística   
argentina sigue siendo en el presente siglo lo que fue en el anterior, la más 
destacable y variada de la América latina, y cuando escribe género negro, se 
convierte en una potencia que debería hacer pensar a la novelística del norte de 
Europa. 
De América también nos llegan el colombiano Rubén Varona y la uruguaya 
Mercedes Rosende para añadir leña al fuego de la narrativa más oscura escrita 
en castellano. 
No vamos a hacer la lista de los escritores españoles que nos visitan para 
presentar sus obras. Es demasiado larga; mejor consulten la lista de autores 
anexa. 
Pero sí queremos recordarles que una vez más unimos clasicismo con 
modernidad. Queremos mostrar que existe una memoria, una trabazón, que 
hace que los actuales experimentadores de la narrativa negra entre nosotros 
tengan padres y abuelos; que, al contrario que en la cultura española cortada 
por el exilio y la guerra civil, en la serie negra española que explosiona con 
Vázquez Montalbán al final del franquismo existe un fluido que permite crecer y 
no dar pasos atrás. Y lo demuestran la presencia de Juan Madrid y la 
presentación del libro de David Llorente; un Nacho Cabana y la participación de 
Fernando Martínez Laínez; la presentación de la nueva novela de Lorenzo Silva y 
la obra de Carlos Zanón. Por citar algunos a vuela pluma. 
Y nos preguntan a veces: ¿cómo está la salud de la narrativa negra en 
España? 
Hacer un recordatorio a Manuel Vázquez Montalbán, a los diez años de su 
muerte, era obligado, con la presencia de su biógrafo, José V. Saval, y de Paco 
Ignacio Taibo, su otra cara latinoamericana. Recordatorio, decíamos, pues el 
homenaje ya se lo hizo la Semana Negra cuando nos gusta hacerlos, cuando el 
maestro estaba vivo y merecía la pena decirle lo mucho que lo queríamos y 
cuanto le debíamos. 
Se queda un buen número de actividades y libros fuera de esta nota. Pero 
estarán, vaya que si estarán. No se los pierdan. 


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Jim & jhon