134.- DETECTIVES DE LA ESO: LA BRIGADA DE ESTUDIANTES QUE CORRIGE LAS FALTAS ORTOGRÁFICAS DE LOS FAMOSOS

 

En sus redes han caído Aitana y Rosalía, Ramón Espinar y hasta el mismísimo Pedro Sánchez

DETECTIVES DE LA ESO: LA BRIGADA DE ESTUDIANTES QUE CORRIGE LAS FALTAS ORTOGRÁFICAS DE LOS FAMOSOS

 

Los detectives de la ESO han llegado para «sacar los colores» a toda persona, famosa o no, que cometa faltas ortográficas. En sus redes han caído las cantantes Aitana y Rosalía, la tiktoker Candela Sartorius, el politólogo Ramón Espinar, la influencer Susana Megan y hasta el mismísimo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

 

El jefe de este curioso comando, el profesor Alejandro Galán, cuenta en este libro las peripecias de esa iniciativa docente y va más allá; propone otras divertidas actividades que estimulan el juego en clase y hacen que los «magos de la tiza» -como él los denomina- aprendan a enseñar divirtiendo.

 

Del antiguo Egipto a los reinos medievales, poniéndose en la piel de los héroes de cada época, creando países, librando batallas… Un libro que además desmonta mitos sobre los profesores y que da herramientas a todos aquellos jóvenes que tengan dudas sobre si deben dedicarse o no a la docencia.

 

«En WhatsApp, por ejemplo, solemos escribir con prisas, sacrificando el continente en aras del contenido, sin prestar demasiada atención a las faltas de ortografía y a los errores gramaticales; en Twitter, la limitación de 280 caracteres por mensaje nos lleva a un uso excesivo de abreviaturas y a la eliminación de los signos de puntuación; y en Facebook e Instagram, resulta mucho más «molón» escribir sin «h», con «k» y con «x», repitiendo muchas «leeetraaaaaasssss» e incorporando anglicismos», argumenta Galán.

 

«Los Detectives de la ESO (mis alumnos de 3º y 4º de ESO de Berlanga) decidimos acotar nuestras correcciones al selecto grupo de los personajes públicos con más de 20.000 seguidores en las redes sociales precisamente con el fin de que aquellos que cuentan con un mayor número de lectores se tomen un poco más en serio el problema de las faltas de ortografía y los errores gramaticales. De este modo, podrían dar ejemplo a sus miles de seguidores, que por regla general tienden a imitar todo lo que hacen aquellos a quienes admiran. No debemos olvidar que son estos personajes públicos en muchos casos —y no padres y profesores— el espejo en el que se miran nuestros niños y adolescentes».