36.- Mary Higgins Clark, la reina del suspense, cumple 90 años en plena forma creativa.

Mary Higgins Clark, la reina del suspense, cumple 90 años en plena forma creativa.

Hoy llega a las librerías su nueva novela, Negro como el mar, en la que un crucero de glamour a bordo de un transatlántico de lujo se vuelve letal.  

Mary Higgins Clark ha vivido muy bien del asesinato durante medio siglo. Esta Navidad ha cumplido 90 años, lo que no afecta en absoluto a su ritmo de publicación editorial, con dos nuevas novelas por año. La clave de su éxito y supopularidad reside en su capacidad de hacer que los lectores queden atrapados por sus historias y pasen las páginas de forma compulsiva.

Ha vendido más de 100 millones de ejemplares de sus libros solo en Estados Unidos y gran parte de su éxito radica en su disciplina de trabajo, que se fraguó en una dura infancia en el Bronx y una temprana orfandad, que la obligó a empezar a trabajar a los 15 años como telefonista. No publicó su primer libro hasta que enviudó con poco más de 40 años y quedó a cargo de cinco hijos. Se levantaba a las cinco de la mañana para poder escribir antes de su dura jornada diaria.

Su editorial americana, la veterana Simon & Schuster, le preparó una fiesta de cumpleaños el pasado diciembre en la que Mary Higgins Clark fue la protagonista absoluta, la bautizaron como “Primera Dama” de la editorial y brindaron por todos sus éxitos tras más de 50 libros publicados.

Y aunque 90 pueden parecer muchos, Mary Higgins Clark tiene una cosa clara: sin importar los años que le queden, los pasará escribiendo.

Negro como el mar

Celia Kilbride solo desea huir de la humillante escena del arresto de su prometido la víspera de su boda. Experta en joyas, acepta un puesto de trabajo en el transatlántico Queen Charlotte para escapar de la atención pública. Allí conoce a lady Emily Haywood, de ochenta y seis años, dueña de un collar de esmeraldas de incalculable valor que desea donar a un museo tras el crucero. Pero el tercer día de travesía encuentran a Lady Emily muerta y el collar ha desaparecido. La lista de sospechosos no hace más que crecer. Celia se dispone a encontrar al asesino sin darse cuenta de que se ha puesto en peligro mortal antes de que el crucero llegue a su fin.