DAVE EGGERS |
Cuando El Círculo, la empresa de internet más importante del mundo, se fusiona con la mayor plataforma comercial online del planeta, da paso al monopolio más rentable y peligroso hasta la fecha. El Todo es una empresa pro ecológica que promueve la seguridad y la optimización. Es la corporación de Silicon Valley a la que todo el mundo desearía pertenecer, admirada y querida por muchos, pero odiada también por algunos pocos escépticos, que intuyen ver otra cara de la moneda y el futuro que una corporación de este calibre nos depara. Entre ellos se encuentra la disidente tecnológica Delaney Wells. Delaney ha decidido postularse para un puesto en la compañía. Su intención no es ser una simple empleada, sino una infiltrada que intentará ganarse la confianza de sus responsables, escalar puestos y sabotear la imagen de la empresa, en el límite siempre de lo legal y lo ético, con la esperanza de liberar a la humanidad de la vigilancia total y de su infantilización en la era de los emoticonos. Desde dentro de la corporación y en cada departamento por el que va pasando, Delaney comienza a alimentar intencionadamente ideas corrosivas, con la esperanza de incitar a las protestas o a medidas regulatorias por parte del gobierno. Pero cada nueva idea que aporta, cada vez más atrevida, más al límite de lo que la sociedad podría aceptar, provoca el efecto contrario: desde un detector de mentiras para saber quiénes son tus verdaderos amigos hasta un rectificador de novelas clásicas para que la experiencia de lectura sea más agradable para la mayoría de los lectores. Porque ¿realmente alguien quiere lo que Delaney está dispuesta a salvar? En un mundo donde hay tanto por escoger y solo queremos certezas, ¿no preferimos que alguien tome decisiones por nosotros? ¿Realmente queremos ser libres? ¿Nos preocupa la deshumanización de nuestra sociedad? ¿Es otro mundo posible? En esta apasionante novela, que combina el suspense con la sátira y el absurdo con el terror, y que logra mantener en vilo al lector a causa del incierto destino del animal humano, Dave Eggers nos alerta de los monopolios que están cambiando nuestro comportamiento, nuestros recuerdos y nuestra capacidad para pensar libremente. «Durante la segunda pandemia, se propagaron rápidamente por todo el mundo nuevas leyes que otorgaban a todos los ciudadanos el Derecho a Saber quién tenía un virus y dónde era más probable que se hubiera contagiado. Parecía lo apropiado, y contribuía al bienestar general y a la ralentización de los contagios. ¿Y qué decir de los piojos y la mononucleosis? ¿El sida y el herpes? Nadie tenía derecho a propagar esas dolencias –¡la conjuntivitis!– y todo el mundo tenía derecho a saber quién las padecía. Los registros públicos pasaron a ser la norma, y la idea de mantener en secreto la información médica pasó a ser indefendible. Ponía a los demás en peligro y entorpecía el progreso científico». |
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario