El imperio Qing está en decadencia. La una vez poderosa emperatriz viuda ha fallecido y el destino de su zoológico privado es incierto: los animales solo pueden esperar a ser subastados o morir de hambre. Pero entra en escena un improbable salvador: Morgan Calloway, un misionero con el difícil cometido de evangelizar en el interior de China; debe captar la atención de los aldeanos y sabe que un zoo sería el reclamo perfecto. Es por ello que el joven decide comprar todos los animales que su ajustado presupuesto le permite y embarcarse en un viaje épico hacia Chifeng, una remota aldea en las praderas de Mongolia. Calloway y sus animales formarán un singular grupo: un elefante, un león, dos cebras, cinco babuinos, un periquito, una pitón y un vehemente misionero. Juntos se enfrentarán a bandidos, se aliarán con una chamana, una manada de lobos y un pequeño niño mudo, susurrador de animales.
Las diferentes religiones colisionarán, los sueños se romperán, pero nunca perderán la fe. Escrito en una prosa lírica con pinceladas de un humor exquisito, Un zoo en el fin del mundo es una parábola maravillosa sobre la poderosa relación entre humanos y animales.
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