La «gran invasión» llegó desde el mar. Se dirigió hacia el norte, a lo largo del continente. Muchos huyeron, pero algunos encontraron refugio en una pequeña isla de piedra construida sobre el agua hace más de mil años y llamada Celestia.
Celestia, un pequeño territorio aislado, se ha convertido en un extraño gueto, un enclave para criminales y otros marginados sociales, pero también en el hogar de un grupo de jóvenes telépatas. Una serie de acontecimientos hará que dos de ellos, Dora y Pierrot, huyan de la isla para llegar a tierra firme; allí descubrirán un lugar en pleno proceso de metamorfosis, donde los adultos, prisioneros de sus propias fronteras, son los guardianes del «mundo antiguo», y donde las nuevas generaciones podrían guiar a la sociedad hacia otro concepto de la humanidad.
Casi diez años después de Cinco mil kilómetros por segundo (Premio a la Mejor Obra en el Festival de Cómic de Angoulême en 2011), Manuele Fior regresa para ofrecernos su trabajo más ambicioso hasta la fecha. Una distopía gráfica en la que propone una reflexión sobre el destino del ser humano y su posible evolución como especie, pero también sobre los próximos desafíos a los que se enfrentará en un futuro más o menos cercano.
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