206.- De senectute, la vejez según Quino

 

Lumen publica De senectute, la vejez según Quino, el humorista que se ganó la inmortalidad

De senectute, un nuevo recopilatorio de su humor gráfico que reivindica la vejez. Quino ya trató temas icónicos como el amor, la enfermedad o la gastronomía en otros volúmenes. Quino, siempre vigente, hizo de la vejez uno de los mejores asuntos humorísticos de su obra gráfica.   Madrid, 22 de septiembre de 2021.- Como ya hizo con otros de los temas icónicos de Quino como el amor (Sí, cariño), la enfermedad (Quinoterapia) o la gastronomía (La aventura de comer), Lumen publica este jueves 23 de septiembre De senectute , un nuevo recopilatorio de su humor gráfico dedicado a los viejitos:  una nueva muestra del genio inagotable de Quino y de su capacidad de hacernos reflexionar sobre nosotros mismos. Quino escudriñó en su monumental obra gráfica cada rincón de la condición humana, y retrató como nadie las edades del hombre y sus misteriosos designios en la Tierra. Pero si hubo una edad a la que Quino dedicó su mirada más mordaz, tierna e irreverente fue sin duda la vejez. Sus ancianos, que se encuentran en el «otoño de la vida» o tal vez en la «primavera de la muerte», son conmovedores, filósofos, irascibles y desprejuiciados, y aparecen en sus viñetas llenos de un vigor exultante y de un humor a prueba de bombas. «Cada libro de Quino es lo que más se parece a la felicidad: la quinoterapia.» Gabriel García Márquez «Los lúcidos mensajes de Quino siguen vigentes por haber combinado con sabiduría la simplicidad en el trazo del dibujo con la profundidad de su pensamiento. [...] Sus personajes trascienden cualquier geografía, edad y condición social.» Acta del jurado del Premio Príncipe de Asturias   El tiempo, para Quino, es un peligro público, pero nadie supo como él transitar por un asunto tan tabú con inocencia, ternura y, sí, mucho sarcasmo. Y así, ya sea metiendo el dedo en la llaga de los achaques de la tercera edad; riéndose tiernamente de los fallos de la memoria, de la nostalgia de la juventud, de los viejos verdes o protestones o de la pérdida del vigor sexual; retratando a deliciosas abuelas que no han perdido un ápice de coquetería, a un Tarzán en la tercera edad que aúlla de árbol en árbol sentado en su telesillas o a un anciano emprendiéndola a tiros con los ideales de juventud, Quino hizo de la vejez uno de los mejores asuntos humorísticos de su obra gráfica. Unas tiras que hoy, como todas las de ese genio que hizo del humor una filosofía, tienen la misma vigencia que cuando las dibujó.

«Seguro que le debo mucho a Quino como humorista gráfico, pero más le debo como persona.» Liniers