93.- Bob Pop es nuestra Fran Lebowitz.

 

«Bob Pop es nuestra Fran Lebowitz.» Laura Barrachina, El Ojo Crítico, RNE   Desde Alfaguara nos complace anunciar la recuperación de Mansos, que estará a la venta este jueves 18 de junio,  del escritor, guionista, crítico e incomparable Bob Pop. Tanto en la narrativa como en la vida de Bob, se mezclan la calle y de biblioteca, de noche y de día, de frivolidad y de espíritu revolucionario, de brillo y de solidez. Mansos , publicada originalmente en 2010 en Caballo de Troya por Constantino Bértolo, es la primera novela de un entonces desconocido Roberto Enríquez ahora convertido en el conocidísimo Bob Pop, en una de las voces más críticas y lúcidas del momento. El relanzamiento de Mansos coincide con el estreno de Maricón perdido, la serie escrita por Bob Pop e inspirada en su vida que ha sido un éxito de en el Festival de Málaga y que se estrena este viernes 19 de junio.   Mansos, El libro que se cuenta en Maricón Perdido

«Supongo que lo último que se hace en una sauna gay es sentarse a reflexionar sobre lo que es justo y decente. Bob lo hace en este libro y su autoanálisis es despiadado, lúcido y tremendamente humano». Christina Rosenvinge «El arte de narrar apenas seis horas de una noche que concentra la vida anterior y la vida exterior, la de la piel del personaje. Escrita al modo de una tragedia ligera, no escarnece a los personajes sino que los comprende y así sugiere entre líneas una rectificación, la difícil sabiduría para un tiempo diferente». Belén Gopegui

Bob Pop está disponible para entrevistas    Se trata de una historia muy urbana, que sucede en una sola noche en una sauna gay del centro de Madrid. El protagonista, Mateo, es un joven que no se siente nada feliz con su vida («¿Cómo soy? Cliente. Joven (treinta y cuatro). Gordo. Guapo. Rico. Homosexual. Alcohólico (ni drogadicto ni un genio, Truman). Inseguro. Paranoico. Nervioso. Risueño. Y educado»). Y lleva bolso, su precioso bolso naranja, porque sale siempre muy cargado de cosas y además se siente mucho mejor cuando lo lleva.  Una noche, tras cenar y tomar unas copas con amigos, Mateo vuelve a casa solo y muy triste, preguntándose adónde va su vida. Algo borracho, decide parar en una sauna, y allí, en las taquillas, le roban el bolso Birkin. El resto de la noche sucede en el interior de la sauna, con la peripecia de buscar al posible ladrón, hablando con los otros clientes, con los empleados, con los chicos que rondan por las salas, y pasando revista a su vida mientras amanece y el cansancio de esa noche y de su vida entera le pesa cada vez más.   «El lector, en Mansos , se ve obligado a reformular sus expectativas sobre el texto e incluso a corregir sus propios prejuicios, porque éste, entre otras cosas, es un libro triste sobre el apocamiento del exhibicionista, sobre la búsqueda de amor del epatante, sobre la frágil delgadez —enclenque— oculta bajo la grasa de un hombre gordo, sobre la vulnerabilidad ética del que ejerce una forma de violencia estética, sobre la obligada timidez del subversivo. […] Alguien que no se quiere, porque no le dejan quererse, toma la palabra y escribe sobre cómo uno se hace manso y sobre cómo la humillación y la cobardía son conceptos que expresan una cualidad, pero también una cantidad: cuánto podemos llegar a digerir, a tolerar, a cargar sobre la espalda. […] Una novela que interesará mucho a todos aquellos lectores que, como el propio autor, se han cansado de ser clientes». Marta Sanz