En Un paraíso en el infierno, la galardonada autora Rebecca Solnit observa qué efectos causan en la población las grandes calamidades como el terremoto de la Ciudad de México de 1985, el 11 de septiembre, o el huracán Katrina en Nueva Orleans. Solnit examina cómo el desastre arroja a las personas a una utopía temporal de estados mentales y posibilidades sociales, mostrando patrones y significados a menudo invisibles dentro de las extensas historias culturales. Lo más sorprendente sobre los desastres, según Solnit, no es simplemente que tanta gente esté a la altura de las circunstancias, sino que lo esté con alegría. Esa alegría revela un anhelo insatisfecho de la comunidad, de tener un propósito y un trabajo significativo, condiciones que a menudo se dan en las situaciones de desastre.
Un paraíso en el infierno es una investigación sobre los momentos de altruismo, ingenio y generosidad que surgen en medio del dolor, un trabajo que señala una nueva visión de aquello en lo que podría convertirse la sociedad: una que sea menos autoritaria y temerosa, más colaborativa y local.
«Mientras nos esforzábamos por entender los datos y los procesos científicos del desastre en curso, nuestra psique hacía algo equivalente. Había que adaptarse a cambios sociales y económicos profundos y estudiar las posibles lecciones del desastre. Había que prepararse para un mundo que no vimos venir (...) El cambio no es solo posible, es inevitable: nos arrolla y arrastra consigo. Cambiamos también nosotros, reordenamos prioridades y una conciencia más acuciante de la propia mortalidad hace que abramos los ojos al preciado valor de la vida. Ni siquiera ese «nosotros» es ya el que era, pues, separados de los compañeros de clase y del trabajo, compartimos la nueva realidad con desconocidos. El ser humano formula su propia identidad a partir del mundo que le rodea. Lo que ahora tenemos entre manos es una nueva versión de nosotros mismos.» |
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