El texto se centra en la figura de Avvákum Petrov, en su vida familiar y en la de su comunidad de correligionarios, los llamados «viejos creyentes» o raskólniki que, liderados por él, se opusieron frontalmente a la reforma del patriarca Nikon, que impulsaba un acercamiento a la liturgia ortodoxa griega y abría la puerta a la injerencia del Estado en los asuntos eclesiásticos. Por sus ideas, los raskólniki sufrieron una feroz persecución y represión por parte de las autoridades zaristas y se vieron obligados a buscar refugio en Siberia o en las lejanas estepas meridionales.
El estilo de Avvákum es colorido, contundente, vivo y deja en el lector una impresión de frescura e inmediatez. Sería difícil ponerle una etiqueta a este libro tan original, patético, trepidante e ingenioso. Es una narrativa de hechos y acontecimientos, una galería de bocetos de personajes, un estudio de polémicas religiosas, el credo de un Viejo Creyente, y el trabajo de un cuentista natural que amaba el lenguaje expresivo y sencillo de la gente y era capaz de usarlo de manera efectiva.
Avvákum describe con burdo realismo y gran sentido del humor cómo expulsó de un pueblo a ciertos montañeses y a sus osos entrenados o cómo negó la bendición al hijo del boyardo Sheremétev, un muchacho que se había rasurado la barba; o escribe con gran ternura poética sobre su esposa, que compartió con él todos los sufrimientos fruto de su intransigente voluntad; o después de una serie de comentarios agudos, mofas y descripciones mordaces, de repente arremete contra el patriarca Nikon con furia, inventando términos abusivos, citando a los profetas de la Biblia y retomando los mecanismos oratorios de la tradición eslavo-eclesiástica.
Idealismo y realismo, pasión y astucia, fanatismo y trivialidad se combinan de la forma más sorprendente en este libro, que respira el espíritu indomable de su autor. En ocasiones, podemos incluso pensar que estamos leyendo las vivencias de un Quijote ruso.
Su original estilización de la lengua hablada, así como su claro esfuerzo por acceder a los abismos del alma humana, marcarán el camino hacia la edad de oro de la narrativa rusa.
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