En el cementerio de Benissa, en Alicante, hay un nicho con una sencilla lápida que dice “Chester B. Himes. Escritor. Missouri USA 1909, Moraira 1984. Su esposa Leslie”. La lápida, claro está, es negra, el color más oportuno para recordar al autor de obras como Un ciego con una pistola o El gran sueño dorado. Conoció los ambientes delictivos y del juego norteamericanos, que lo llevaron a prisión antes de tomar la pluma y convertirse en uno de los grandes del género, siempre con las cuestiones raciales en el punto de mira. Algunos de quienes lo admiran se sientan hoy a debatir sobre el sarcasmo y el fatalismo que empapan muchas de sus creaciones, parte de las cuales están protagonizadas por los agentes de la policía de Nueva York “Ataúd” Ed Johnson y Sepulturero Jones.
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