424 páginas • 15 x 23 cm.
ISBN: 978-84-15601-52-4
PVP: 23.00
€
«No hay nada
comparable en la literatura alemana».
Sigmund Freud
«El gran maestro
de la caricatura psicosomática».
Psychiatry Online
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georg groddeck
El buscador de
almas
Traducción de José Aníbal Campos
El buscador de almas fue la única novela escrita por Georg
Groddeck, uno de los padres fundadores del movimiento psicoanalítico.
Rechazada inicialmente por numerosas casas editoriales que se
escandalizaron por su contenido, fue el propio Sigmund Freud quien en 1919
la publicó en la editorial oficial del movimiento psicoanalítico,
Psychoanalytischer Verlag, dándole la bienvenida al autor con las
siguientes líneas: «Deberíamos todos darle las gracias por la sonrisa
deliciosa con la cual, en su Buscador
de almas, ha representado nuestras indagaciones sobre el alma,
por otra parte siempre tan serias».
Inscrita en la tradición de la novela picaresca, El buscador de almas
cuenta la historia de August Müller, un burgués de mediana edad que lleva
una vida convencional hasta que se ve aquejado de escarlatina y desarrolla
una obsesión con las chinches de su habitación, a las que se propone
exterminar por todos los medios. A partir de ahí se embarca en un delirio
que lo transformará en Thomas Weltlein, encarnación viva de los
pensamientos reprimidos, los deseos y los impulsos que conforman lo que en
psicoanálisis se conoce como el Ello, o también como el Inconsciente. Al
conducirse en la vida mediante una «asociación libre de disparates»,
Weltlein desata el caos en cervecerías, asambleas sindicales y salones
literarios, ante la mirada perpleja de la rígida sociedad germánica, que
oscila entre la incomprensión y el escándalo frente a la puesta en práctica
de Weltlein de una máxima nietzscheana: ver el mundo de cabeza a través de
las propias piernas.
«El protagonista,
como un Quijote de la cosmovisión de Sigmund Freud, se mete en los asuntos
más descabellados y en las aventuras más insólitas, embebido de la sagrada
certeza de que los hombres llevan su psique entre las piernas y sus
genitales en cada parte del cuerpo y de la mente».
Alfred Polgar
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