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El Premio LcL busca premiar la propuesta más original y contemporánea de nuestro catálogo.
Tras una reñida votación, la novela Atrapadioses, del escritor madrileño Marco Herreras, ha sido la ganadora de esta primera edición.
En atención a su originalidad y al riesgo de su propuesta, el jurado se ha decantado por esta tensa historia de ficción científica, basada en el horror que produce la presencia de un Extraño en los sueños del protagonista.
Atrapadioses, primera novela del autor, es una obra actual y cargada de recursos narrativos que tienen su soporte idóneo en el libro digital.
El jurado estuvo compuesto por Alejandro Pérez-Prat, José Ángel Mañas,Benjamín Escalonilla, Miguel Baquero, Katia Tolcheff y José Gómez.Atrapadioses ha sido elegida entre todas las publicadas originalmente en digital y en LcL durante el curso 2012-2013.
El Premio LcL es un premio no venal con el que se quiere reconocer la apuesta de los nuevos autores por la edición en digital.
Algunos fragmentos de la novela:(…) Imagina tu mente como un iceberg. Se ve y se utiliza conscientemente una parte chica; pero hay mucho, mucho más bajo la superficie.
¿Y qué?, pregunto a la defensiva.
Pues que toda esa energía que está ahí, esperando ser utilizada, bien, hay… entes, que sí que saben cómo extraerla.(…)(…) Vale, a ver si lo he entendido; le interrumpo. Un… ente, increíblemente antiguo, se alimenta de nuestro miedo, provocándonos pesadillas en las que sentimos un miedo y una pena intensos, y cuando ya no nos queda mucho de esa energía interna… fóbica —exclamo de repente, el santero arquea los ojos en una reverencia muda—, entonces ese ente se nos aparece directamente en sueños y nos hace morirnos de miedo, como en un paroxismo final. (…)(…) Se llaman espacios de Calabi-Yau, y son lo que hay al final de las menores escalas de las dimensiones invisibles de nuestra realidad, esas que están tan arrolladas que no podemos ni percibir.
O sea, que si la teoría de Supercuerdas es válida, los espacios de Calabi-Yau son los menores constituyentes de la materia y de la energía.
Son los auténticos átomos de la realidad: lo más pequeño que tiene entidad propia. Los bloques de LEGO más pequeños con los cuales está construido nuestro universo.
Ni los átomos, ni los nucleones, ni los quarks, ni los gluones, ni (…)
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