“La pasión de Stalin por el ballet fue clave para el éxito de esta disciplina entre las clases populares”
14 de noviembre de 2023.- “Eso no estaba en mi libro de historia del Ballet Clásico” es el título del nuevo libro que acaba de publicar la editorial Almuzara. Se trata de una obra de Mar Rodríguez Vacas, quien, fiel al espíritu que anima esta colección, recoge en este volumen numerosas anécdotas, historias y curiosidades que, o bien, han pasado de puntillas por los libros de textos escritos sobre esta disciplina, o, directamente, se desconocen.
Escrito con la autoridad de quien ostenta la doble condición de periodista y bailarina -desde los cuatro años hasta los veinticuatro-, el libro no dejará de sorprender a quien desee conocer los entresijos de este arte, del que narra, entre otras anécdotas, la del bailarín Rudolf Nureyev, quien aprovechó una gira por París para desertar de la Unión Soviética; o la de la bailarina Margot Fonteyn, que no se bajó de los escenarios hasta los sesenta años por tener que sufragar los gastos ocasionados por la tetraplejia de su infiel esposo.
¿Quedó contento Tchaikovsky con la partitura de «El lago de los cisnes»? ¿Qué relación guarda Picasso con el «ballet»? ¿Cómo acabó un bailaor de flamenco autodidacta enrolado en los Ballets Rusos y encerrado de por vida en un manicomio británico? ¿Por qué Marius Petipa tuvo que salir huyendo de España para no volver jamás?
Estas y otras muchas cuestiones serán respondidas en este libro que, igualmente, recoge la historia del origen de la danza, que nació en las cortes reales, eclosionó en pleno Romanticismo, cuando se acortaron las faldas y se ampliaron los escotes, lo que llamó poderosamente la atención a una sociedad reprimida y conservadora; y tuvo un importante auge en Rusia después de que Stalin no sólo no lo prohibiera, sino que lo fomentara entre el pueblo gracias a sus gustos personales.
En sus inicios, “sólo las élites llenaban los teatros, pero todas las jóvenes querían ser bailarinas” comenta la autora, quien afirma, igualmente, que sus familias mataban por conseguir un puesto para ellas en las escuelas públicas.
En definitiva, personajes como los Taglioni, los Petipa, Tchaikovsky, Minkus, la Fonteyn, la Pavlova, Nureyev y Diaghilev, y obras como “El lago de los cisnes”, “El cascanueces”, “La bayadera”, “El corsario”, “Giselle”, “La sílfide” y la “Paquita”, serán algunos de los muchos protagonistas de esta historia del ballet clásico, cuyo discurrir va en paralelo a la historia universal, pues esta disciplina nunca fue ajena a todo aquello que ocurría en el mundo
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