Joel Warner
LA MALDICIÓN DEL MARQUÉS DE SADE
Un manuscrito mítico, un canalla infame y el mayor escándalo de la historia de la literatura
Traducción de Efrén del Valle
Repleta de engaños y escándalos, La maldición del marqués de Sade entreteje la odisea arrolladora de una obra que algunos han descrito como «el evangelio del mal».
Una mañana de noviembre 2014, dos semanas antes del bicentenario de la muerte del marqués de Sade, veinte policías de paisano salieron de entre la niebla y atravesaron las imponentes puertas rojas del gran Museo de Cartas y Manuscritos de París. El hombre al que buscaban era Gérard Lhéritier, el «rey de los manuscritos», acusado de hundir la industria anticuaria francesa con una presunta estafa piramidal valorada en cientos de millones de euros. Lo que precipitó la caída de este empresario fue una cosa diminuta de poco más de diez centímetros de ancho: un ajustado pergamino de escritura tan minúscula que es casi imposible de leer. Una obra que, según algunos, incluido Lhéritier, está maldita.
Joel Warner nos relata la trepidante historia de este manuscrito, Los 120 días de Sodoma o la escuela de libertinaje, escrito por Sade durante su estancia en la prisión de la Bastilla. Este aristócrata del siglo XVIII había emprendido una campaña de caos y libertinaje por toda Francia. Tras la toma de la Bastilla, el manuscrito original empezó su aventura: una odisea a lo largo de varios siglos por toda Europa, pasando de coleccionistas de libros prohibidos en el siglo XIX a investigadores sexuales pioneros y artistas de vanguardia antes de ser escondido de la quema de libros nazi y llegar, posteriormente, a manos de Lhéritier.
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