En 1946, Günther Quandt, el patriarca de uno de los imperios industriales más icónicos de Alemania y de la dinastía que hoy controla BMW, fue arrestado por colaborar con los nazis. Quandt alegó que había sido obligado a unirse al partido por su rival, el ministro de Propaganda Joseph Goebbels, y los juzgados lo absolvieron. Pero Quandt mintió. Sus herederos, y los de otros multimillonarios nazis, en lugar de ajustar cuentas con sus oscuros pasados, han continuado enriqueciéndose. El brutal pasado nazi de las dinastías que dominaron Daimler-Benz, que cofundaron Allianz y que todavía controlan Porsche, Volkswagen, Dr. Oetker o BMW se ha mantenido oculto... hasta ahora. |
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