Estos relatos componen un universo «dragonense» donde están todos los que deben estar: los superpacíficos, los amigos de los pájaros, las dragonas-mamá, los aventureros, los milenarios… y muchos más. A pesar de sus diferencias, todos están unidos por un vínculo único: el amor por los libros.
Este proyecto surge a partir del cuento Leo, el dragón lector, escrito por José Andrés Villota en 2004, en el que el dragón expresa su deseo de ser el primero de una estirpe de dragones lectores. Durante años, José Andrés y Pilar Pérez han ido guardando los textos y dibujos que numerosos autores e ilustradores les han ido entregando, imaginándose cómo sería cada uno de los miembros de esta familia. |
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