Ella está en peligro.
Él debe protegerla.
Es fácil enamorarse bajo las estrellas del desierto.
Pero el destino tiene sus propios planes.
Las joyas del desierto son muy excepcionales:
las pocas que realmente tienen valor, las de muchos
quilates, no se consiguen fácilmente.
Hay que sufrir y luchar por ellas.
Si hay suerte y nos cruzamos con una, algo muy
raro, pocas veces volveremos a sentir algo similar
a lo largo de toda una vida.
Puede que nunca.
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