Dos talleres
con Víctor Erice,
en Madrid, en Abril, en
Fuentetaja
Como fruto de la colaboración entre Rosebud Talleres de Cine y
nuestra Fundación Escritura(s) el
cineasta Víctor Erice dictará
este mes de abril dos talleres en la sede de Fuentetaja c/ Cervantes
21, 28014 Madrid.
Creemos que es una ocasión única para los interesados en la creación
en un sentido amplio, no sólo la cinematográfica. Las reflexiones de
Erice sobre los límites y el sentido de la creación son las propias
de un maestro
y ha decidido compartirlas. Rosebud Talleres de Cine ofrece un
descuento para nuestros colaboradores. Nos ponemos en contacto
con vosotros también por si consideráis difundir esta convocatoria
entre quienes puedan estar interesados.
Documental y ficción, un acercamiento a la doble
naturaleza del cine
por Víctor
Erice
Del 18 al 22 de
abril de 10 a 14 horas
Más información, precio y matrícula en
http://www.rosebudtalleresdecine.com/#!taller-documental/cmwo
Víctor Erice, un cineasta clave y maestro de la escritura
cinematográfica, nos convoca aquí a una reflexión acerca de la doble
naturaleza del cine. El documental y la ficción han definido, a
partir de un determinado momento, los dos campos principales de
actuación del cine y su pretendida delimitación ha constituido uno de
los debates fundamentales en la historia de las teorías
cinematográficas.
Apoyándose en una selección de películas y autores, este curso
pretende llevar a cabo la búsqueda de la ficción en el interior del
documental y viceversa: el rasgo documental que las obras de ficción
han ofrecido y pueden ofrecer. ¿Con qué objeto? El de transmitir los
caracteres de una experiencia primordial del cine y, simultáneamente,
alertar sobre la difícil encrucijada en la que hoy se encuentra. No
es exagerado afirmar que la mirada documental -aplicada o no a una
ficción explícita-, renovando la necesidad de observar las cosas
mientras se filman, hace que el cine se mantenga en contacto con el
mundo.
Cine y Pintura
por Víctor
Erice
Del 25 al 29 de
abril de 10 a 14 horas
Víctor Erice, cineasta que ha indagado
—especialmente en películas como “El sol del membrillo”— en las
claves de la creación pictórica, y mostrado, en el común deseo de
fijar la experiencia, esa tensión entre el instante (pintura) y el
movimiento (cine), se vale en este seminario de ejemplos y
proyecciones y pondrá en relación pintores y cineastas, cuadros y películas.
Los pintores y los cineastas no han dejado de observarse, quizás
porque han tenido más de un sueño en común -entre otros, capturar la
luz-, pero, sobre todo, porque, como señaló André Bazin, su trabajo
ha obedecido originalmente a un mismo impulso mítico: la necesidad de
superar el tiempo mediante la perennidad de la forma; el deseo,
totalmente psicológico, de reemplazar el mundo exterior por su doble.
No resulta raro que el cine, como arte nuevo, se dedicara a la
búsqueda simultánea de una filiación en la literatura, la música, el
teatro y, naturalmente, en la pintura, a la que utilizó como
referencia -en la definición de la luz, la composición y la
escenografía- a la hora de crear su propio vocabulario. Pero ésto no
fue todo. A partir de un determinado momento, este invento de barraca
de feria, intentando superar un cierto complejo, buscó igualmente en
la pintura una manera de ennoblecer socialmente sus oscuros orígenes.
Semejante impulso propició un frecuente uso de la cita pictórica
dentro de las películas, convertida muchas veces en una nociva
nostalgia, en un recurso regresivo y gratuito, que ha llegado hasta
nuestros días.
En un momento como el presente, en el cual la inflación audiovisual
ha llegado a extremos inimaginables, la cuestión que se impone, más
que nunca, es la siguiente: cómo hacer visible -pintar, filmar- una
imagen.
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