La reina de los helados
Susan Jane Gilman
1 de octubre
Cuando a comienzos del siglo XX la pequeña Malka y su familia ponen rumbo a Nueva York, no pueden sospechar que no solo dejan atrás su Rusia natal, sino también el mundo tal y como lo habían conocido hasta entonces. La familia no superará los embates del destino, y Malka acabará siendo adoptada por la familia Dinello, que le ofrecerá, además de un hogar, un nuevo nombre y una receta para el éxito. La niña que llegó a América con la cabeza llena de sueños acabará convirtiéndose en Lillian Dunkle, la reina de un imperio forjado sobre una vieja receta de helado italiano. Lillian, ya anciana, pasa revista a su vida y desgrana sus recuerdos sin pelos en la lengua.
Lilian es una de aquellas empresarias que usan las reacciones mediáticas a su favor. Lo que la llevó, incluso, a ser la presentadora de un programa infantil de televisión. A lo largo de la narración se ve cómo la protagonista lucha por ser una exitosa empresaria, haciendo todo lo que estuviera en sus manos por alcanzar la gloria, incluso siendo, en algunas ocasiones, una competidora desleal.
Veremos los diferentes episodios históricos por los que atraviesa la narración, todos ellos relacionados de alguna manera con el mundo de la heladería. Por ejemplo, de cara a la Segunda Guerra Mundial se debe proveer a las tropas estadounidenses de helado, convocatoria que ganan la protagonista y su esposo Bert, gracias a que desarrollaron una máquina para hacer helado blando.
«Gracias, Señor, por enviarnos las historias de Susan Jane Gillman.»
-Frank McCourt
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