Una novela que ha permanecido,
hasta la fecha, fuera de todos los registros literarios españoles sobre la
Guerra Civil
El hispanista holandés Johan
Brouwer tradujo y frecuentó a Ortega y Gasset, también a Unamuno y entabló una
profunda relación con José Bergamín; participó en la Guerra Civil española,
donde comenzó apoyando al bando sublevado y acabó militando en favor de la
República; y durante la ocupación nazi de Holanda militó en la resistencia y
realizó acciones de sabotaje, por las que sería detenido y ejecutado en julio
de 1943
Esta novela, publicada en
Holanda, en 1939, por primera vez, y que relata su experiencia en la guerra
civil española, se ha mantenido prácticamente desconocida para el público
español
Cees Nooteboom: "Una
extraña y fascinante novela de la cruel guerra civil española".
24 de febrero de 2014.-
"Que hoy se publique por fin en español su primera novela es un paso
fundamental en el reconocimiento de este escritor enamorado de España que
consagró su vida a nuestra historia y cultura en las que buscó inspiración para
sus propios ideales. El valor de esta novela reside en el testimonio que ofrece
de las ideas del propio Brouwer y de sus experiencias en la guerra civil,
descritas con realismo, sencillez y sentimiento", así de contundente
se manifiesta en el epílogo, Isabel-Clara Lorda Vidal, traductora de la obra Los
tesoros de Medina-Sidonia que acaba de publicar la editorial Berenice.
Y es que a pesar de la
importancia de Johan Brouwer como hispanista, esta obra es una pieza
desconocida para el público español, ya que ha permanecido fuera, hasta la
fecha, de todos los registros literarios que existen en torno a la Guerra Civil
española. Brouwer tradujo y frecuentó a Ortega y Gasset, también a Unamuno y
entabló una sólida relación con José Bergamín; participó en la Guerra Civil
Española, donde comenzó apoyando al bando sublevado y acabó militando en favor
de la República; durante la ocupación nazi de Holanda militó en la resistencia
y realiazó acciones de sabotaje, por las que sería detenido y ejecutado en
julio de 1943,
Los tesoros de Medina-Sidonia, libro prologado en esta edición inédita en español por
su biógrafo, Hendrik Henrichs, y al que Cees Nooteboom, candidato holandés al
premio Nobel, define como "una extraña y fascinante novela de la cruel
guerra civil española", vio la luz en 1939. Su protagonista, Maarten van
de Moer, -seudónimo Johan Brouwer- es un narrador que cuenta en primera persona
y con fuertes rasgos autobiográficos su incorporación al frente para apoyar a
la República en la batalla de Madrid.
"Indudablemente estamos ante un libro extremadamente
complejo y fascinante en el que se mezclan diferentes géneros: reportaje sobre
la Guerra Civil, novela de tesis histórica y narración gótica", comenta su
editor, David Gonzalez Romero. La historia se desarrolla en dos niveles. En el
primer nivel, el narrador en primera persona parte para la Guerra Civil como
brigadista internacional para ayudar a defender la República española. Resulta
herido y es enviado como voluntario a la iglesia de San Francisco el Grande en
Madrid, donde se encargará de inventariar las obras de arte que se esconden en
los sótanos para ponerlas a salvo de los efectos de la guerra.
A partir de ahí, la novela se traslada al segundo nivel,
que es el de la novela gótica. En los sótanos de la iglesia de San Francisco el
Grande, el protagonista halla una serie de indicaciones que le conducen a los
tesoros del duque de Medina Sidonia, comandante en jefe de la Armada
Invencible. Entran en escena espectros del siglo XVI, que hacen referencia a la
realidad espiritual y sobrenatural que pervive en España. Teorías parapsicológicas
alternan con contemplaciones históricas. A la trama excepcional de este libro,
la única novela neerlandesa donde se aborda de forma explícita la Guerra Civil
de España, se unen exactos pasajes sobre la vida en Madrid, Valencia y
Barcelona durante los años de la guerra.
Johan Brouwer nació en Delfshaven en 1898. Como
estudiante vivió prácticamente en la indigencia, con capítulo de homosexualidad
en los bajos fondos y un acto turbio que marcaría su vida. Con objeto de cubrir
el chantaje del que era víctima su hermano, el cual al parecer había sido
descubierto robando en el taller en que trabajaba, ambos jóvenes deciden
asesinar al chantajista. En medio de este suceso poco aclarado, fue condenado a
pena menor, una vez que aceptó las acusaciones, y estuvo en la cárcel entre
1922 y 1928.
Allí, de manos de un religioso conocerá la literatura
clásica española y accederá a los místicos del siglo XVI. Una vez en libertad
prosiguió sus estudios en lenguas romances y se graduó cum laude en Literatura
Española en 1930 en la Universidad de Groningen. Sólo un año más tarde
publicaba su tesis, que dio como fruto uno de sus mejores libros, Psicología
de la mística española (1931). Después de graduarse, se mudó a La Haya,
donde fue profesor en varias escuelas. Realizó viajes de estudio a España y
Portugal, publicó varios trabajos académicos sobre literatura española, tradujo
clásicos españoles y escribió una serie de libros de texto en español.
Originalmente protestante, abrazaría en 1934 el catolicismo por la influencia de
sus estudios y su conocimiento del mundo hispánico.
Realizó varios viajes a España. Su experiencia de la
Guerra Civil Española fue también crítica, pues inicialmente quiso militar en
el bando sublevado por razones religiosas. Pero tras su estancia en Burgos
renegó del bando nacional y se puso claramente del lado del gobierno de la
República, y realizó una campaña de concienciación para advertir sobre el
riesgo de la no intervención en la guerra española.
Se enfrentó a las posiciones tibias como la de Ortega y
Gasset y participó como delegado holandés en el Congreso de Escritores
Antifascistas de Valencia (1937). En 1941 es despedido por los nazis como
profesor de español en la Universidad de Ámsterdam el profesor y gran
hispanista Jaan Van Praag, por su condición de judío. Brouwer fue nombrado como
su sucesor, pero fue acosado por el Movimiento Nacional Socialista holandés
(NSB), con una campaña de desprestigio en su contra y distribuyendo en
panfletos revelaciones sobre su oscuro pasado como convicto y acabó renunciando
ante las autoridades locales ese mismo año. En esas fechas ya militaba en la
resistencia holandesa y realizará diversas acciones directas de sabotaje, como
el célebre asalto al Registro Civil de Amsterdam, en manos de la Gestapo, una
acción por la que sería detenido poco más tarde y ejecutado en julio de 1943.
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