En 1983, un adolescente español de provincias es enviado por sus padres a California para vivir durante un año con una familia americana y estudiar COU. Sale de un país con una sola cadena de televisión, escasos conciertos de rock y una pesada carga católica para encontrarse 35 canales en la pequeña pantalla, Police o The Clash a la vuelta de la esquina y una contagiosa alegría de pecar. Todo parece encajar con la idea que se había hecho de Estados Unidos a través de películas y series: animadoras en el instituto, reverendos en las iglesias, mosquiteras en las puertas de las viviendas unifamiliares y el Golden Gate en San Francisco. Ha cambiado Aplauso por la MTV, la pelota en el patio por el surf, la mochila del colegio por la taquilla y el Lib por el Playboy, pero antes deberá adaptarse a las costumbres de una familia metodista, las rutinas académicas de otro país, el uso de una lengua desconocida y la prohibición de beber cerveza por ser menor de edad. No parece muy difícil; sólo tendrá que superar su patológica, obsesiva y embarazosa aversión al ridículo. Bueno, quizá no sea tan fácil.
"California 83" tiene el eco de "El Gran Meaulnes" o de "La Ciudad y los Perros", pero cuenta con el añadido de un humor poco respetuoso, descarnado, un pelín negro en ocasiones y nada temeroso.
José María Goicoechea, TIEMPO
La primera novela de Pepe Colubi demuestra, como todos los buenos escritos humorísticos, una habilidad asombrosa: hacerte reír hasta que te dé vergüenza.
Eduardo Galán, LA NUEVA ESPAÑA
Pepe Colubi encadena en “California 83” risas, cervezas y chicas inalcanzables. "American Graffitti” pasado por Asturias en lugar de París. Excelente combinación.
Ana García Siñeríz, MARIE CLAIRE
El protagonista de "California 83" sufre una enfermiza aversión al ridículo, producto de una aguda pulsión irónica que hace fluir las páginas de esta tonificante novela como relato iniciático del que es muy fácil sentirse cómplice. Se entrecruzan así subjetivos diálogos interiores con la distante proximidad de una cultura que, pese a su hospitalidad, nuestro conspicuo carácter ibérico jamás podrá asimilar totalmente.
Ignacio Juliá, RUTA 66
“California 83” me parece la otra cara de la moneda del ciclo sobre Nancy, de Ramón J. Sender, pero, sobre todo, veo mucho de la novela picaresca española. Con todo, es una novela de formación, eso que se llama la “bildungsroman”, género que seguramente se inició con el “Wilhem Meister” de Goethe, que nos ha dado obras maestras desde entonces, tales como “El lobo estepario”, de Hermann Hesse, y por el que hemos transitado en España casi todos los que venimos escribiendo desde hace 15 años por lo menos.
Manuel García Rubio
Más información y avance de la novela en:
http://blogs.plus.es/musicayletra/2008/05/dos-exclusivas.html
Contacto con el autor: 666 470 380
pepecolubi@asturias.com