En Copenhague, un relojero de origen islandés repara un reloj astronómico de más de doscientos años de antigüedad en el palacio real. Allí, recibe la visita del monarca danés, Cristián VII, que, acusado de ser mentalmente inestable, ha sido apartado del trono por su propio hijo.
Las charlas nocturnas entre los dos hombres se convierten en algo habitual y cada vez más confidencial, y el relojero acaba relatando el trágico destino de sus progenitores. Será entonces cuando el rey descubra de una forma descarnada lo que oculta el despiadado ejercicio del poder.
Una novela trepidante ambientada en el siglo XVIII, cuando Islandia era gobernada con mano de hierro por la corona danesa.
Arnaldur Indridason escribe un retrato de la indefensa clase baja de la época, de cómo los que estaban en el poder los oprimían hasta desear la muerte. La habilidad con la que el autor trabaja todo tipo de fuentes históricas crea una historia creíble y cuidada al detalle. Los escenarios que describe son cautivadores y plenamente reales, ya sea una desaliñada choza de los fiordos occidentales, un burdel o el palacio de Copenhague.
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