Debate publica una estremecedora memoria del Holocausto inédita durante décadas: Crematorio frío
Una joya extraviada de la literatura húngara sobre el Holocausto, un testimonio inigualable de Auschwitz que se suma a los de Primo Levi, Imre Kertész, Ruth Klüger Viktor Frankl o Elie Wiesel
«Un diamante literario, brillante y afilado. Una crónica estremecedora, de fuerza extraña, desasosegante. Unas memorias sobre el Holocausto dignas de Primo Levi». The Times
«Crematorio frío es una obra literaria esencial y un testimonio histórico de insuperable importancia. Debería ser de lectura obligatoria». Jonathan Safran Foer
Madrid, 18 de marzo de 2024. - Publicada originalmente en húngaro en 1950, Crematorio frío es de las primeras obras literarias sobre el Holocausto publicada en la Europa del Este comunista que, además, reconoce abiertamente el genocidio nazi contra los judíos. Este sobrecogedor testimonio fue una doble víctima de la Guerra Fría: el énfasis en los judíos como principales víctimas de los nazis no encajaba en la narrativa comunista ortodoxa, y los editores occidentales rehuyeron su descripción de los soviéticos como liberadores de los campos.
Durante décadas, cayó en el olvido. Ahora, más de setenta años después de su primera publicación, su lectura se hace imprescindible para preservar el testimonio de aquellos que presenciaron el infierno en la tierra.
«La mayoría de los baby boomers solo conocen los aspectos básicos del Holocausto, y las generaciones más jóvenes ni siquiera eso. ¿Cuántas personas realmente saben acerca del sistema de cientos de campos de concentración, el uso sistemático de trabajadores esclavos donde la muerte es la única salida y el papel de las principales empresas alemanas que usaban a los esclavos, empresas cuyos productos usamos todos los días? ¿Cuántas personas conocen la complicidad de las poblaciones locales o cómo comenzó la negación del Holocausto literalmente antes del final de la Segunda Guerra Mundial?». Alex Bruner, sobrino de József Debreczeni
József Debreczeni era el alias de József Bruner (1905-1978), prolífico escritor y periodista en lengua húngara en la región yugoslava de Voivodina y en Hungría. En 1938 fue despedido de su puesto en Budapest a causa de la legislación antijudía. De 1941 a 1944 realizó trabajos forzados, antes de ser deportado a Auschwitz en mayo de 1944. Cuando Debreczeni llegó a Auschwitz con treinta y nueve años, su esperanza de vida habría sido de cuarenta y cinco minutos. Ese era el tiempo que tardaban los prisioneros moribundos en ser clasificados en grupos, desnudados y enviados a las cámaras de gas. Contra todo pronóstico, sobrevivió a la selección. Sin embargo, su mujer, Lenke, y sus padres, Fabian y Sidonia, fueron asesinados nada más llegar. Lo que siguió fue un viaje terrorífico de doce meses por «la tierra de Auschwitz».
József sobrevivió para compartir su experiencia en el último y más horrible de los campos: el campo-hospital de Dörhnau. Es este campo el que le da el título a la obra: después de que los nazis desmantelaran las cámaras de gas y los crematorios de Auschwitz, conscientes de que se acercaba el ejército soviético, los nazis querían ocultar las pruebas de sus crímenes. Los hombres que murieron en Dörhnau lo hicieron por inanición y enfermedades, pero no fueron gaseados ni quemados, de ahí que algunos internos lo llamaran 'crematorio frío'.
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