Tras el formidable éxito de Un caballero en Moscú —que se mantuvo durante más de dos años en las listas de The New York Times y posteriormente ha conquistado a millares de lectores en todo el mundo—, Amor Towles vuelve a sorprendernos con esta colosal y absorbente novela sobre cuatro chicos huérfanos que, durante diez días de junio de 1954, realizan un emocionante viaje desde Nebraska hasta Nueva York para descubrir el mundo y descubrirse a sí mismos.
Dotado de una fantasía desbordante, Billy Watson sueña con emular las expediciones de Aquiles, Ulises o Simbad, los héroes de un curioso libro de tapas rojas del que nunca se separa. Y la ocasión se le presenta cuando su hermano Emmett, diez años mayor, regresa a casa después de quince meses de internamiento en una granja de Kansas. Con su madre desaparecida hace tiempo, su padre recién fallecido y la finca familiar en manos del banco, cortar amarras y lanzarse a la aventura se convierte en una imperiosa necesidad para los Watson. A bordo de un viejo Studebaker Land Cruiser, los dos hermanos se disponen a viajar a lo largo de la autopista Lincoln hacia la remota California en busca de una nueva vida. Sin embargo, la inesperada aparición de Duchess y Woolly, dos jóvenes conocidos de Emmett, dará un vuelco radical a sus planes y los llevará, tras una odisea al filo de lo increíble, hasta un lugar que el pequeño Billy jamás podría haber imaginado.
Contada desde múltiples puntos de vista, repleta de situaciones asombrosas y un variopinto repertorio de personajes —payasos y actores sin oficio ni beneficio, vagabundos y mendigos de toda laya, pastores de almas especialmente peligrosos y aristócratas del Upper East Side—, La autopista Lincoln no sólo es una conmovedora aventura de fidelidad, valor, coraje y amistad, sino también un elogio de la fuerza reparadora de la lectura y el irresistible encanto del arte de contar historias
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