Además de su evidente atractivo físico y juventud, las hermanas Alice y Ambre Oesterman tienen algo inquietante y misterioso, como si compartieran terribles secretos. No por azar son entusiastas admiradoras de Erik Lang, un exitoso escritor de novelas negras de tintes crueles y perturbadores, y harían lo que fuera por complacerlo. Por ello, cuando un día de mayo de 1993 sus cuerpos sin vida, vestidos de primera comunión, aparecen atados a sendos árboles a orillas del río Garona, el joven Martin Servaz, recién ingresado en la Policía Judicial de Toulouse, centra su atención en Lang. Sin embargo, tras arduas investigaciones, el caso se cierra a raíz de un desenlace imprevisto, lo que deja a Servaz corroído por la duda, convencido de que un elemento esencial del caso se les ha escurrido entre los dedos. Veinticinco años más tarde, cuando la mujer de Lang es asesinada en su propia casa, vestida también de primera comunión, Servaz se ve inmerso de nuevo en aquel doble crimen.
Sumamente hábil en el manejo de las palabras, dotado de una visión excepcional de la naturaleza humana, Bernard Minier aborda en este thriller de ritmo trepidante las complejas relaciones entre un escritor y sus fervientes lectores. Una novela magnética, llena de suspense y escenas turbadoras, que lo ha consagrado como «el maestro del thriller francés» (Livres Hebdo).
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