Javier Limón compuso su primer tema en 1996: Me voy contigo de Remedios Amaya. Hasta entonces siempre había trabajado con el hermano de Paco de Lucía, Pepe , que había sido su conexión con el flamenco, su maestro; con el que aprendió sobre palos y cantes, y le acercó a grandes estrellas flamencas como Antonio Chacón, Manolo Caracol, Tomás Pavón o Manuel Torre.
Tras el éxito de Entre vareta y canasta de Diego el Cigala, Javier Limón se decide a abrir un estudio propio. «Éramos un estudio concebido y alimentado por la vocación y el deseo de centrarnos en el flamenco. Empezamos a trabajar, por un lado, en discos de bajo presupuesto para mantener el estudio y, a su vez, en los discos del Cigala. Uno de los álbumes que hicimos en ese entonces fue Fragua futura, para Nuevos Medios, sello del gran Mario Pacheco, especializado sobre todo en lo que por aquel entonces se dio en llamar flamenco joven. En este disco se apostaba por los nuevos talentos, con artistas como Diego del Morao y Antonio de los Cherokee. Fue el disco donde el Morao, tal vez el mejor guitarrista flamenco del momento, grabó su primera canción».
Después de estos primeros inicios, llegaron grandes éxitos que le convirtieron en productor musical de estrellas como Alejandro Sanz, Luz Casal, José Luis Perales, José Mercé, Lolita, Sabina y Serrat: «Fueron muchas las anécdotas que vivimos; grabamos más de cincuenta discos para todos los artistas que pasaban por Casa Limón. Ana Belén, Alejandro Sanz, Paco de Lucía, Luz Casal, Perales, Andrés Calamaro, etc. Cada vez que estábamos produciendo un disco en el estudio, Jerry se pasaba a saludar o a tomar un café; siempre encontraba un momento para ayudarnos con su sabiduría y su trompeta para darle más clase al disco. La música de la escena española de los años 2000 no habría sido la misma sin su presencia».
Javier Limón ha tenido una trayectoria legendaria que le ha llevado por Brasil, Colombia, Cuba, Grecia, Israel o Portugal, entre muchos otros países, y a forjarse como un gran productor musical también en el mundo del cine. En estas fascinantes y divertidas memorias, repletas de anécdotas y de personajes conocidos, Limón nos cuenta como un chaval madrileño sin mucho talento musical se acabó convirtiendo en una leyenda de la música y en factor clave para el surgimiento de numerosos sonidos y movimientos en la escena musical española. |
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