La disrupción llegó a la vida del periodista estadounidense Dan Lyons una mañana de viernes, cuando su jefe le dijo al teléfono que su trabajo como redactor en Newsweek durante los últimos 25 años había acabado, porque la revista quería dar paso "a gente más joven".
Con cincuenta años, una esposa y dos niños pequeños, Dan estaba jodido. Experto en cubrir información sobre Silicon Valley y la explosión tecnológica, nueve meses después acabó aceptando un puesto de marketing en HubSpot, una de las startups tecnológicas más conocidas de la Costa Este de Estados Unidos.
Lejos de abrirse un futuro de posibilidades, el autor cuenta la historia de un trabajo infernal, en un espacio ridículo y surrealista, con compañeros y jefes a quienes dobla la edad. Sus memorias, narradas con sentido del humor, son también un análisis mordaz de la absurda cultura de las startups, y un relato conmovedor y honesto de lo que significa reinventarse laboralmente a los cincuenta, en una industria hostil a los trabajadores mayores.
El libro también ahonda en la historia del negocio destructivo que se originó en Silicon Valley antes de extenderse a otros sectores de la economía, y en cómo determinadas empresas que afirman trabajar para «hacer del mundo un lugar mejor», en realidad están haciendo justo lo contrario.
Lyons también es humorista y guionista. Bajo el seudónimo «Falso Steve Jobs», escribió The Secret Diary of Steve Jobs, un popular blog que parodiaba al presidente ejecutivo de Apple. Se le ha llamado «el Mark Twain de Silicon Valley» y «el Jonathan Swift de nuestra era digital».
«En Silicon Valley proliferan los mitos y la creación de nuevos mitos. Me decidí a escribir este libro porque quería dar una visión más realista de la vida dentro de un «unicornio» y desmontar la mitología popular sobre esos emprendedores heroicos. Los líderes de HubSpot no eran héroes, sino más bien un montón de charlatanes que se dedican a las ventas y el marketing y que se inventaron una buena historia sobre una mágica tecnología transformadora y se hicieron ricos vendiendo acciones de una empresa que aún no ha producido ni un solo centavo en beneficio.» |
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