«Edna
O’Brien escribe las historias más bellas. Ningún escritor o escritora
puede compararse a ella, en ningún lugar».
Alice
Munro
«Edna
O’Brien es la escritora de lengua inglesa con más talento de nuestros
días».
Philip
Roth
Caithleen (luego Kate) y Baba, dos amigas irlandesas
—encantadoras unas veces, contradictorias otras—, se han instalado, tras
una adolescencia de paisajes rurales e internados, en una excéntrica
pensión de Dublín. Bajo las luces de la gran ciudad, sus vidas giran y se
agitan en torno al tumulto y la confusión de las nuevas amistades, las
madrugadas fuera de casa, las aventuras y desventuras, y los amoríos
insignificantes.
Baba busca diversiones despreocupadas, amores de ocasión,
mientras que Kate, tan profunda, se empeña en hablar de los libros que
lee con sus nuevos conocidos. Aunque, curiosamente, será esta última
quien desate el escándalo entre parientes y amigos católicos cuando se
enamore de Eugene, un director de cine protestante que acaba de separarse
de su mujer y vive en los Montes Wicklow.
Durante un tiempo, Kate verá sus sueños cumplidos:
alcanzará un sofisticado refugio idílico y literario, cosmopolita a pesar
de encontrarse en medio del campo. Pero cuando su padre se entere de esa
relación, hará todo lo posible por impedirla y desatará la ira de toda
una peculiar comunidad —whisky mediante— contra ella y su enamorado.
Humor y amor, como en toda rima fácil, al mismo tiempo que
—otra rima— dolor, el dolor de vivir cuando la alegría de la juventud se
vuelve oscura, se convierte en su reverso. Es esta novela un bellísimo
ejemplo de iniciación a la vida y a la feminidad. Nadie como Edna O’Brien
ha escrito con tanta intensidad sobre la pasión y el valor, las tristezas
y alegrías —y también la vulnerabilidad— de la juventud: sus grandes
planes y sus indefinidos anhelos.
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