Ante una sala repleta se presentó anoche en Libros del Pasaje la
primera novela de Claudia Ramos Bayona, La
otra cuenta (Vinciguerra). Una historia sobre un momento preciso de
la vida: los cincuenta años, cuando al parecer algo se hace definitivamente
palpable: que envejecer requiere de un gran esfuerzo o de una gran valentía.
Ante esta encrucijada –y ante este fuerte acto de coraje–, se encuentran los
seres que transitan la novela, cuyas vacilaciones develan sus deseos e
imposibilidades, diciendo mucho de ellos y de todos aquellos que están “entre”,
ni jóvenes ni viejos.
A partir de la observación de que muchos de los personajes de La otra cuenta se vinculan de
alguna manera con la arquitectura y son ávidos lectores, la escritora Cynthia
Edul, quien junto con la poeta Ana Guillot ofició de presentadora, destacó que
la literatura y la arquitectura son lenguajes que van construyendo una subtrama
a lo largo de la novela. “¿Cuál es el punto de contacto entre la literatura y
la arquitectura para este narrador? Sin duda: la construcción. En cada detalle,
el narrador, arquitecto de la trama, nos devela un mundo.” Un mundo en el que
las historias se van encabalgando movidas por una fuerza invisible, como la fuerza
del azar.
“El azar me resulta atractivo, no solo por su cuota de impredecible,
sino por su mezcla con el malentendido. Llenamos de sentidos cosas que no lo
tienen”, confesó Ramos Bayona. “Uno hace cálculos y de pronto llega la otra
cuenta, lo no calculado, lo no previsto... entonces surge una sabiduría que
guía la toma de una decisión”.
Prensa:
Deborah Lapidus | DL Prensa Cultural
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