Arnaldur Indridason
VII Premio RBA de Novela Negra
con la obra:
El Pasaje de las Sombras
(La novela no forma parte de la serie
Erlendur Sveinsson)
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Fallo del premio
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Presentada la obra
bajo el pseudónimo de “Stephan”, el jurado -formado por Soledad Puértolas,
Lorenzo Silva, Antonio Lozano, Paco Camarasa y Anik Lapointe- ha seleccionado
la obra de Arnaldur Indridason de entre los 183 manuscritos que se
presentaron a la séptima convocatoria.
Además de recibir
125.000 euros como premio, Arnaldur Indridason verá publicada su novela El
Pasaje de las Sombras y sumará su nombre al de Francisco González
Ledesma, ganador de la primera convocatoria en 2007 con Una novela de
barrio, al de Andrea Camilleri, que obtuvo el premio en 2008 con La
muerte de Amalia Sacerdote, al de Philip Kerr, ganador en 2009 por Si
los muertos no resucitan, al de Harlan Coben, galardonado en 2010 por Alta
tensión, al de Patricia Cornwell, vencedora de la edición de 2011 con Niebla
roja y al de Michael Connelly, triunfador el año pasado con La caja
negra.
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Arnaldur Indridason
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El Pasaje de las sombras
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Dos agentes de
policía acuden a un inmueble de la capital islandesa alertados por una
inquilina, preocupada porque uno de sus vecinos lleva tiempo sin dar señales
de vida. Tras acceder a aquél descubren el cadáver del individuo sobre la cama.
La falta de señales de violencia y la avanzada edad del difunto apuntan a que
la muerte se ha debido a causas naturales. Sin embargo, el análisis forense
posterior dictamina que falleció por asfixia, practicada seguramente con una
almohada.
Seis décadas antes,
una pareja formada por una islandesa y un soldado norteamericano pasean por
Reykiavik. Estamos a finales de la Segunda Guerra Mundial y las tropas
estadounidenses han tomado el relevo de las británicas en Islandia,
despertando el recelo de los lugareños. Estos ven con especial rechazo la
afición de sus mujeres jóvenes a mantener relaciones con miembros del
ejército extranjero, una práctica tan extendida y preocupante que ya ha sido
bautizada como “la situación”. Además, ellas son con frecuencia las mayores
damnificadas al acabar embarazadas y repudiadas, o descubrir que los apuestos
foráneos ya tienen una familia esperándoles en casa y sólo las desean como
diversión. A su paso por el Teatro Nacional, la citada pareja descubre en el
portal del edificio el cadáver de una mujer tapado torpemente con cartones.
Temerosos de que los vinculen con la desafortunada joven y de que salga a luz
su unión clandestina (el padre de ella, un alto argo del Consejo de
Ministros, le ha prohibido tajantemente que se vea con el muchacho) huyen
precipitadamente del lugar. La investigación del caso recae en un miembro de
la Policía Judicial, Flóvent, y en Thorson, un ingeniero que es hijo de
inmigrantes islandeses afincados en Canadá. A la espera de ser
trasladado al frente, y engrosar así en las filas aliadas que participarán en
el desembarco de Normandía, Thorson asiste a Flóvent en su calidad de policía
militar de las fuerzas de ocupación.
De nuevo en el
presente, el seguimiento del asesinato del anciano también se produce en un
régimen de informal colaboración entre una agente de la Policía Judicial,
Marta, y un veterano ex compañero retirado, Konrád. El registro de la casa
del difunto saca a la luz unos recortes de prensa en los que se da noticia de
la evolución de un caso de homicidio que se remonta a 1944, más concretamente
el de una joven que fue estrangulada y su cadáver depositado en la parte
trasera del Teatro Nacional. A la conexión entre los dos tiempos narrativos
también contribuye el que Konrád recuerde vagamente el caso. Este tuvo lugar
en el Barrio de las Sombras en el que crecería junto con su padre, un
embaucador que colaboraba con un falso vidente y que estuvo vinculado a la
muerta de una manera misteriosa de la que nunca sacó el agua clara.
A partir de este
instante, el lector va siguiendo el avance de las dos investigaciones, que se
despliegan a base de constantes saltos temporales que van revelando
lentamente las conexiones entre ambas. El asesinato en 1944 de la chica,
Rosámunda, empleada en un taller de costura, guarda desconcertantes
paralelismos con la desaparición, tres años antes, de otra joven en el norte
del país, Hrund, que todo el mundo dio por hecho que se había suicidado
arrojándose a una cascada. Precediendo a su encuentro con su funesto destino,
ambas mujeres habían sido víctimas de un violador que había intentado
persuadirlas de que culparan de su ataque sexual a los elfos. ¿Qué relación
podía haber entre ambas? ¿Qué frutos dio la investigación original? ¿Qué fue
del dúo de detectives que la asumió? ¿Qué vinculaba al anciano con la misma?
¿Hay alguien que, tantos años después, sigue interesado en silenciar los
hechos?
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Se
adjuntan fotografías del autor.
Para
más información, contacta con prensa.
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jueves, 12 de septiembre de 2013
133.- El islandés Arnaldur Indridason gana el VII Premio RBA de Novela Negra
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