Hace cuarenta años
MARIA VAN
RYSSELBERGHE
Una joya secreta de la
literatura europea del siglo XX.
Una historia de
amor escrita con una elegancia absolutamente única.
Estamos a finales del siglo XIX, en
una playa del Mar del Norte donde nacerá una pasión absoluta y singular entre
Émile y Maria. Será ésta quien nos cuente, cuarenta años después, cómo fue aquel
breve y fascinante amor hecho a medias de exaltación y de sumisión. Lo fugaz y
lo eterno, así como lo imposible —pues ambos están casados—, marcan
esta poderosa historia que nos recuerda en ocasiones a Stendhal y a Flaubert y
que se anticipa a las novelas de Marguerite Duras o a las películas de Ingmar
Bergman.
Pocas veces se ha dicho tanto y tan
bien sobre el amor arrebatado y sobre su engarce en la realidad, aunque sea ésta
una realidad de escritores y pintores bohemios al margen de «lo convencional»… y
en el límite de lo onírico, como en algunas grandes obras de William
Shakespeare.
Maria van
Rysselberghe (Bruselas, 1866 – Cabris, Alpes marítimos, 1959). Es una
de las más fascinantes escritoras «secretas» de todos los tiempos, una autora de
culto de breve obra cuya leyenda ha seducido a numerosos lectores a lo largo de
los años. Hija de una familia culta ligada al mundo del arte belga, y casada con
el pintor Théo van Rysselberghe, fue también la amiga más cercana de André Gide,
quien la bautizó como la «Petite Dame» por su pequeña estatura y presencia
física. A partir de 1918 emprendió la tarea de registrar día a día y hasta la
muerte de Gide (1951) todo aquello de lo que era testigo en la vida del
escritor: frases, acontecimientos, el ambiente en el que vivía, la génesis de
sus obras, su postura ante los sucesos de su época, su vida íntima… Durante un
tercio de siglo llenó diecinueve gruesos cuadernos de «Notas para la historia
auténtica de André Gide». Hoy en día esa crónica es conocida como Los
cuadernos de la Petite Dame y, publicada por la editorial Gallimard,
constituye un documento irremplazable para el conocimiento de toda una época de
la literatura francesa y, en general, europea. Pero su obra no se compone
exclusivamente de estos cuadernos: animada por Gide, escribió, al menos, tres
textos fundamentales: Strophes pour un rossignol, Galerie
privée y el fundamental Hace cuarenta
años.
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