Nathalie hizo un gesto que significaba a la vez «tienes razón», «qué importa Rasputín» y «hablemos de otra cosa».
Empezó a tararear un vals y como la niña de las largas trenzas se puso a bailar entre los muebles del salón frambuesa.
http://www.youtube.com/watch?v=cZmT2cfZbIc