242.- EL NADIR PUBLICA “HISTORIA DE UN AMOR TURBIO” DEL CLÁSICO DEL CUENTO LATINO HORACIO QUIROGA

La novela corta de Horacio Quiroga, “Historia de un amor turbio” se presenta ahora en una nueva edición de El Nadir. La edición se presenta ilustrada por René Parra que ha pespunteado el relato con dibujos y escenas de la obra.

Horacio Quiroga, nació en Salto, Uruguay el 31 de diciembre de 1879, y murió en Buenos Aires el 19 de febrero de 1937. En 1898 conoció a Leopoldo Lugones en Buenos Aires, quien había de ejercer importante influencia sobre él y en 1900 fue uno de los promotores de un movimiento literario en Montevideo que recibió el nombre de "Consistorio del Gay Saber".
Influenciado por D´Annunzio y Edgar Allan Poe, inició sus actividades de escritor con un libro de versos, Los arrecifes de coral. En 1901, se trasladó a la Argentina donde transcurrió el resto de su vida. Durante muchos años vivió el territorio de Misiones, cuya naturaleza exuberante le inspiró buena parte de su obra. Cuentos de la selva, es el mejor ejemplo y su obra más conocida.
En 1908 publicó su novela “Historia de un amor turbio”, y al año siguiente se instaló con su joven esposa en una finca precaria en sus tierras misioneras, desempeñando el cargo de Juez de paz y oficial del Registro Civil de San Ignacio.
En 1936 debió internarse en el Hospital de Clínicas por un dolor en el estómago y cinco meses después un médico le diagnosticó cáncer de estómago. Quiroga no dijo ni una palabra. Salió a dar una vuelta por la ciudad y esa misma medianoche se suicidó con cianuro.
“Historia de un amor turbio”, está escrita como si se tratase de un guión cinematográfico. Horacio Quiroga fue muy aficionado al cine y escribió algunos relatos relacionados con este medio y sus actrices, por las que llegaba a sentir una gran atracción. Con economía de recursos, Quiroga señala apenas lo necesario para situar las escenas, prescindiendo del lenguaje recargado o la abundancia descriptiva, características de la literatura de su época a las que renuncia en esta novela y en otros textos, como “Miss Dorothy Phillips, mi esposa”.

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