Lo ha ganado con Beatriz Galindo. La latina. Galindo fue la primera mujer conocida que se dedicó a la docencia en España. Nacida en Salamanca, oriunda de una familia de humildes hidalgos que vivía a pasos contados de las aulas del alma máter salmanticense. Entre escolares y maestros alimentó su afán por aprender y enseñar. Desafiando su condición de mujer, y con tan solo dieciséis años, en un mundo acotado por hombres, consiguió el reconocimiento de sus insignes contemporáneos por su excelsa instrucción en la lengua del Lacio y que su gloria llegara a oídos de los Reyes Católicos.
Maestra de Isabel la Católica al principio, y de sus hijas posteriormente, compartió con la reina los veinte postreros años de su vida en la familiaridad de su despacho y aposentos.
Beatriz, conocida ya con el respetuoso apelativo de La Latina, contrajo matrimonio, según el deseo real, con uno de los grandes héroes del final de la Reconquista: Francisco Ramírez de Madrid, el Artillero. A su muerte dejó descendencia y fundaciones suficientes como para que su memoria perdure —en Madrid se honra con su nombre al céntrico barrio donde se asentó—, a pesar de las trabas que el fuego, los saqueos de la Guerra Civil y el tiempo han puesto para esta investigación.
ALMUDENA DE ARTEAGA (Madrid, 1967). Es licenciada en Derecho y diplomada en Genealogía, Heráldica y Nobiliaria. Trabajó como documentalista en los libros de La insigne Orden del Toisón de Oro y en el ensayo histórico La Orden Real de España.
En 1997 publica su primera novela La Princesa de Éboli. Después del éxito obtenido dejó el ejercicio del Derecho para dedicarse en exclusiva a la literatura.